Top Dance tenía la ocasión de redimirse y que el público le diese una segunda oportunidad. Este lunes, el programa de baile de Antena 3 estrenaba los directos. La posibilidad de que la rabia y la viveza que ofrece un programa de televisión en directo hiciese olvidar los continuos fallos de realización y de sonido que se vieron en los primeros programas. Y, sin embargo, la cosa empeoró.
Vídeos de presentación que dejaban los discursos de los concursantes a medias y actuaciones que arrancaban antes de tiempos. Los bailarines arrancaban sus bailes completamente descompasados con la música. Elementos que no se le pueden permitir a un programa de televisión cuyo factor más importante es el espectáculo que se vea sobre el escenario.
Boomerang debería saber dónde se ha metido con Top Dance. No es un programa de música donde el plano puede ser lejano y donde enfocar al jurado no causa tantos estragos. En un programa de baile lo más importante es el movimiento del concursante y el espectador no debe perderse ningún paso. Aquí, sin embargo, hubo giros de cámara que no dejaban ver verdaderamente la coreografía que estaba sucediendo.
La iluminación llegaba incluso a molestar en algunas actuaciones. Los focos enturbiaban algunas coreografías y en ocasiones no se veía al bailarín sobre el escenario. El espectáculo quedaba muy borroso.
A esto hay que sumarle los constantes fallos con los vídeos y las entradillas. Ya desde la primera vez que comenzaron a contar lo que había pasado dentro de la academia esta semana se coló un vídeo que no tocaba y se llegó a escuchar a Manel Fuentes decir un “¿por qué se para?” de fondo. Menos mal que no dijo otra cosa.
Top Dance está vendido como un talent show, pero Antena 3 no ha dicho que no a la parte de reality que tiene este formato y se ha acercado a la polémica de la que tanto huye en el resto de su parrilla. Por eso no ha dudado en emitir los momentos más tensos entre los concursantes que se han mostrado dentro de la academia, tirando la piedra y dejando que los enfrentamientos lleguen solos. Top Dance sigue vendiendo drama por encima de espectáculo.
Top Dance debe aprender mucho de cara a la próxima semana y tiene una larga lista de deberes si quiere mejorar en sus directos. Sin embargo, la audiencia sigue bajando y no promete darle muchas más oportunidades al programa de baile de Antena 3.