Todavía recuerdo cuando Telecinco decidió estrenar El Príncipe en un BirraSeries hace ya dos años. Lo hacía además con el mismísimo consejero delegado, Paolo Vasile, enfrentándose cara a cara a la opinión de los blogueros y serieadictos, un público con el paladar bastante fino.
Allí nadie tenía por qué bailarle el agua. Allí no se iban a cortar las ganas de reír si veían una escena que rozara el surrealismo, como así sucedió en alguna ocasión. Las quejas se centraron en la excesiva duración de las ficciones, el ritmo lento del primer episodio (pero necesario para presentar a personajes), o los momentos sin camiseta de Álex González y Rubén Cortada.
Una ficción perfecta para cubrir el hueco que dejó Sin tetas no hay paraíso
No obstante, las críticas fueron positivas en su mayoría y Mediaset conseguía el aprobado del difícil BirraSeries. “El Príncipe es la serie que Telecinco necesita para que el público vuelva a confiar en ella”, escribí entonces. “Una ficción perfecta para cubrir el hueco que dejó Sin tetas no hay paraíso y donde la mezcla de acción y pasión es la clave de su atractivo”.
Y así fue. En su primer episodio, la ficción de Plano a Plano alcanzaba un 27,7% y 5.645.000 espectadores en su estreno multicanal, un 21,9% y 4.463.000 espectadores en Telecinco, lo que la convirtió en el estreno más visto de una serie en Telecinco desde Aída.
Pero su éxito no se quedaba en un simple dato. El Príncipe se había convertido en la primera ficción española que se atrevía a tratar el tema del terrorismo. Algo impensable años atrás cuando precisamente Telecinco emitió una miniserie de dos capítulos sobre los atentados del 11M y una parte de las víctimas se mostró molesta por no haber contado con ellos.
Las grietas del 11M
Ha pagado su peaje por emitirse en una cadena generalista, por supuesto. Pero, en medio de una historia de amor a veces insufrible, subtramas sin sentido y algún que otro actor prescindible, Telecinco estaba consiguiendo 'colarle' a la señora de Cuenca un tema de esos que sólo se tratan en series como Homeland.
Fátima ha servido de ejemplo de moda a las jóvenes musulmanas de Ceuta
El Príncipe examinaba las grietas para que un atentado como el del 11 M sucediera, qué había fallado en los sistemas de seguridad, cómo el integrismo islámico capta terroristas en Marruecos, cómo se organizan, o cómo consiguen los explosivos para fabricar bombas. ¡Yihadismo en prime time!
Pero, además, El Príncipe conseguía las jóvenes musulmanas de Ceuta habían visto en Fátima su ejemplo de moda. "Ha sido increíble. He marcado tendencia en la manera de poner el velo. En realidad, no se pone como lo lleva mi personaje. Debe cubrir toda la cabeza, pero como ella es más libre, más díscola, se tomó la decisión de que se le viera un poco de pelo", explicaba a Bluper, Hiba Abouk.
Por todo ello, cuando esta noche la serie de Telecinco se despida de la audiencia, ésta se habrá ganado un hueco en la historia de nuestra ficción. Habrá servido para poner los cimientos de una cada vez más madura ficción española.