Las casas de apuestas han sido muy claras durante los últimos días. Rusia ganará el Festival de Eurovisión 2016. Con ello se premiará los esfuerzos que el país transcontinental ha hecho durante los últimos años para alzarse por segunda vez con la victoria en el popular certamen de la música europea.
Ya el pasado año, Polina Gagarina rozó con los dedos el triunfo tras conseguir una segunda posición en Viena con un total de 303 puntos. Y es que, aunque al final se quedaría a 62 puntos del Heroes de Mans Zelmerlow, durante algunos momentos consiguió liderar la clasificación. Su puntuación, además, superó a la de Dima Bilan cuando ganó Eurovisión en 2008 con 272 puntos.
Desde aquel triunfo, Rusia ha obtenido dos segundas posiciones (la de Polina y la de las abuelas Buránovskiye Bábushki en 2012), una quinta posición con Dina Garipova en 2013, y una séptima posición con las gemelas Tolmachevy en 2014. A ello hay que añadirle, además, la segunda plaza del propio Bilan en 2006 y la tercera de Serebro en 2007.
Un envidiable currículum sólo superado por Suecia, que a sus victorias en 2012 y 2015 hay que añadir la tercera posición de Sanna Nielsen en 2014 y la misma plaza de Eric Saade en 2011. Carola, además, alcanzó la quinta posición en 2006 con Invincible.
El miedo a la homofobia
En contra de la hipotética victoria de Sergev Lazarev, no obstante, el miedo a que un país como Rusia, donde impera la homofobia, celebre el Festival. Sólo hay que recordar que hace unas semanas el representante israelí Hovi Star sufrió un episodio homofóbico a su llegada a Moscú.
Tampoco hay que olvidar las agresiones que recibieron algunos eurofans en 2009, entre ellos tres españoles. Entonces, estos jóvenes sufrieron una agresión en un vagón del metro de Moscú entre las estaciones de Sújarevskaya y Prospekt Mira.
Según la Consejería de Información de la Embajada de España en Moscú, los 'fans' españoles estaban sentados en un vagón del metro cuando "sin ningún tipo de intercambio previo" fueron agredidos por tres hombres. Los tres españoles, de los cuales uno sufrió una fuerte contusión, optaron por no acudir a un hospital, sino a los servicios médicos del estadio deportivo que albergó el festival.