La noticia saltaba este martes a primera hora de la mañana: TVE cancela Cuéntame tras el escándalo fiscal de Imanol Arias y Ana Duato. Lo publicaba El Confidencial Digital citando fuentes cercanas a los directivos de la Corporación, que argumentaban que una cadena pública no puede tener a dos protagonistas investigados por la Audiencia Nacional.

Sin embargo, tanto desde TVE como desde Ganga Producciones negaban que la cancelación fuera un hecho y que todavía no se ha tomado una decisión al respecto. Además explicaban que la productora no está siendo investigada y que tiene sus cuentas al día con Hacienda.

Ahí está precisamente la clave para que TVE no cometa el error de impacientarse por la presión de la opinión pública y cancelar una de las series más importantes de la historia de nuestra ficción y, por qué no decirlo, un importante bien cultural de nuestro país.

En TVE no deben precipitarse como ya les sucedió con Bertín Osborne

Cualquier contrato que TVE hace está por libro: debe estar al día en el pago con Hacienda. Y hasta ahí, Ganga Producciones ha cumplido con sus obligaciones. Además en cuanto a las irregularidades detectadas en la auditoría, “no parece que esas irregularidades vayan a ser muy relevantes”, según uno de sus consejeros.

Otra cosa es lo que sucede con Duato y Arias. De momento, ambos actores están siendo investigados. Ni la opinión pública ni TVE pueden juzgarles ni condenarles. Sólo la justicia puede llevar ese cometido.

Por ello, de momento, los directivos de la cadena pública tienen margen para tomar una decisión. No deben precipitarse como ya les sucedió con Bertín Osborne, que ha terminado llevándose su éxito en Telecinco. Paciencia es la palabra.

Asimismo deben de tener en cuenta que en el pasado las privadas se aprovecharon de su situación de paralización para hacerse con Amar en tiempos revueltos y José Mota. No obstante, no parece que ahora pueda suceder ya que TVE repite una y otra vez que “Cuéntame es una serie de TVE”.

Los fieles seguidores de Cuéntame no merecen un final precipitado de su serie. Y menos cuando en su última temporada ha resucitado en audiencia y ha contado con el beneplácito de la audiencia. Tampoco TVE puede permitirse perder una de las series que mejores datos de audiencia le da. Lo dicho: paciencia.