Entre nuevos nombramientos, nuevos programas o el drama de Cuéntame, a más de uno se le ha pasado por alto el verdadero punto fuere del Consejo de Administración que RTVE celebró este jueves: la demolición de dos platós en Prado del Rey. RTVE ha dado luz verde a la destrucción de los platós 10 y 11, dejando a la Corporación sin apenas posibilidades de recuperación en cuanto a producción propia. 

El plan de RTVE era otro hace unos meses: el Consejo estaba estudiando la posibilidad de construir dos nuevos platós en los terrenos que hay en Prado del Rey y, a la vez, rehabilitar los platós 10 y 11 que están cubiertos de amianto y están cerrados desde 2011.

De la noche a la mañana, en TVE han cambiado de parecer. Sólo existían dos posibilidades para la Corporación: construir el estudio 6 y 7 y demoler el 10 y el 11 o habilitar el 10 y el 11 y no construir el 6 y el 7. No cabía la posibilidad de tener los cuatro estudios disponibles. 

José Antonio Sánchez, presidente de RTVE, llegó al consejo de este jueves con un plan entre sus manos: TVE levantará dos nuevos platós y demolerá los otros dos que tienen amianto. A pesar de las críticas de algunos consejeros, la votación ganó 7 contra dos. Sólo el consejero propuesto por el PSOE, Miguel Ángel Sacaluga, y la consejera propuesta por IU, Teresa Aranguren, han votado en contra. 

A pesar de las peticiones para paralizar la demolición hasta después de las elecciones y así tener más tiempo de margen, el presidente ha preferido iniciar las obras lo antes posible. Los estudios 10 y 11 desaparecerán de Prado del Rey. 

¿Qué ocasiona esta pérdida?

El titular no es casual: desde hace unos meses, algunos trabajadores han visto que la nueva cúpula de TVE tiene una estrategia para terminar con la televisión pública quitándoles su capacidad de producción interna. 

Sin platós, a TVE le es imposible cumplir con la cuota de producción propia que tiene que realizar cada año. Para realizar cualquier programa de televisión han tenido que alquilar platós a otras empresas, lo que ocasiona un mayor gasto y una logística mucho más complicado. Ante la imposibilidad de realizar producción propia, se pide mucho más producción ajena. Lo que es lo mismo: consiguen una excusa para poder despedir a personal fijo de TVE no necesario. 

Todo comenzó el pasado año. En julio se desmantelaron los Estudios Buñuel. Allí, además de grabarse programas de producción ajena como Masterchef, también se realizaban programas como El debate de La 1, que ahora han tenido que buscar nuevas localizaciones. 

Según fuentes de la Corporación, los 35,2 millones de euros que sacaron de esta venta debería haber ido a la construcción de nuevos platós de Prado del Rey. Derruir los dos estudios costaría 3 millones de euros. Desamiantar y reconstruir costaría 13 millones. Diez millones de diferencia que algunos expertos sería recompensado en poco tiempo al no tener que alquilar platós externos. 

En estos momentos, sólo el plató 5, donde se realizan los programas Amigas y conocidas, La mañana de La 1 y Corazón está a pleno rendimiento. El dos sólo funciona a medias gracias al un sistema de extracción de aire. Pero el 1 y el 3 todavía no han comenzado su producción. Con este panorama, TVE sólo tiene dos platós en activo y una capacidad casi nula de producción propia para grandes formatos de prime time

Lo que marca la ley

En este contexto, toca mirar la ley. La Corporación fija el porcentaje dependiendo del género del que se hable. Por ejemplo, los informativos deben ser un 100% internos. De la oferta de contenidos de actualidad, infantil y juvenil, educativo o religioso debe ser un 60% interno. TVE debe tener un 55% de producción interna cuando se habla de la oferta generalista del conjunto de programas divulgativos, ficción, magazines, concursos, talk shows o espacios de entretenimiento. 

Es en este último punto, el del entretenimiento, donde TVE tiene su gran problema. Al ser programas más propios del prime time, TVE ha preferido dejarle esta franja a productoras ajenas que pueden realizar formatos más competitivos fuera de las fronteras de la televisión pública. De esta forma, el 55% que debería realizar TVE no se cumple y se estima en un 33%. 

El hecho de que vayan a desaparecer dos platós más de los planes de TVE le quita a la pública toda capacidad de recuperación en este aspecto. Sin platós, la producción interna es prácticamente imposible y la no inversión en este sentido le imposibilita a la pública su capacidad de cumplir las cuotas marcadas por la ley.