Pablo Iglesias tuvo este martes un duro duelo. Las dos reinas de la mañana, y toda la influencia que ello conlleva, se ponían sus galas de noche para entrevistar al líder de Podemos. Las dos, muy diferencias y de una forma muy distinta. De niña a mujer. De hablar de niños a hablar de sexo.
El primer duelo estaba capitaneado por Ana Rosa Quintana. Como una niñera de cuento, la periodista fue guiando a los niños hacia los temas que se podían ir tocando. La cara de Telecinco consiguió sacar el lado más afable y cordial del político. El abrazo de Iglesias con una niña vale más que varios millones de euros en carteles electorales.
Quiero gobernar, título que llevaba este programa, era un formato de entretenimiento lejos de intentar ser un programa serio. Un espacio que recordaba más al Menuda noche de Canal Sur que a cualquier programa de entrevistas. Los niños toman el mando y las papeletas. Los niños se convierten en arma de una intensa campaña electoral que ya se alarga más de un año.
En más de una ocasión, Quintana se quedaba con ganas de repreguntar y ejercer de periodista. Los niños le sacaban al político un lado más o menos interesante pero sí desconocido. El niño descoloca y obliga a usar un lenguaje diferente al que hasta ahora hemos escuchado. Y es que no es tan fácil robarles el caramelo delante de millones de espectadores.
Media hora después, Pablo Iglesias apretaba otro botón del mando a distancia. Ya en Antena 3 con Susanna Griso, el líder de Podemos mostraba su lado más adulto. Aunque al principio estaba algo melancólico recorriendo las aulas en las que estudió, Griso le sacó su lado más personal, humano y sensual.
Aunque esta interminable campaña ya ha hecho que Iglesias tenga todos los modelos de entrevistas habidos y por haber, Dos días y una noche hizo un perfecto recorrido de la historia del político a través de las declaraciones. La periodista supo enfocar muy bien cada encuentro hacia lo serio o hacia lo superficial.
Griso y Quintana. Quintana y Griso. Rivales en la mañana y, sin embargo, complementarias en la noche. Ambas se enfrentaron en una especie de ring por ver quién le sacaba más jugo a Pablo Iglesias cuando el verdadero ganador de este duelo fue el político. El que consigue horas y horas de promoción para no sacarle, sin embargo, nada nuevo.