Uno año más, los responsables de TVE de la candidatura española en el Festival de Eurovisión no quieren dar la cara por el batacazo logrado el pasado sábado. Ni en una rueda de prensa pública ni a través de una entrevista solicitada por este medio.
Si España fracasa, el artista pone la cara para recibir las bofetadas
No es nada nuevo. Siempre que hay que ponerse medallas, no les importa salir con la cabeza bien alta a sacar pecho. Pero si toca asumir un fracaso, la cosa cambia. Entonces es el artista el que pone la cara para recibir las bofetadas.
Ellos nunca asumen responsabilidad alguna. Y así, la culpa del batacazo, siempre será de otros. De la cantante, de su equipo, del director artístico, de Europa, de la realización. De todos menos de ellos. La estrategia es desviar la atención.
Cuando la Selección Española fue eliminada en la primera fase del pasado Mundial de Brasil’14, una gran parte de la prensa y los aficionados exigieron la dimisión del seleccionador Vicente del Bosque.
El momento del cambio
¿Por qué con Eurovisión no hacemos lo mismo? ¿Por qué TVE no exige responsabilidades al departamento encargado de seleccionar a nuestro representante año tras año? ¿Por qué no hay dimisiones?
Ya es hora de que eso cambie. Ya es hora de que se depuren responsabilidades en la televisión pública, la televisión que pagamos todos. Ya es hora de que el jefe de la delegación española, Federico Llano, ceda el testigo a mejores profesionales.
Ya es hora de que Federico Llano ceda el testigo a mejores profesionales
Desde el año 2002 que lleva en el cargo, las mejores posiciones obtenidas por TVE -descontando los años de Operación Triunfo- han sido las décimas posiciones de Pastora Soler y Ruth Lorenzo. Y aún con eso tuvieron que salvar más de un obstáculo como también le ha ocurrido a Edurne este año.
“No entorpezcáis a los artistas y autores tan talentosos que hay en vuestro país, trabajad con ellos y en algún momento encontraréis el éxito", ha escrito uno de los autores de Amanecer, Peter Boström en su perfil personal de Facebook. Y lo que calla.
Ya es hora de que España deje de ser el hazmerreír de Europa cuando tiene grandes profesionales en la industria musical. ¿De verdad que no estamos capacitados para ofrecer una apuesta arriesgada e innovadora como Bélgica, Letonia o Suecia?
Salir a ganar
España tiene que salir a ganar. Con todas sus armas, con todo su potencial. Como hace por ejemplo Italia, en la que tienen un jefe de delegación que trabaja incansablemente porque el nombre de Italia brille cada año. Y, con todos los respetos, elegir a El Sueño de Morfeo no es ir a ganar. Es ir a cumplir el papel, a salir del paso.
Hya mucho talento oculto en este país a la espera de una oportunidad
Ahí está una de los fallos de Llano y su equipo. No es necesario llevar a un nombre conocido por mucho que eso te asegure la promoción en medios. No hace falta irse hasta la lejana Suecia para que te compongan un tema.
Hay mucho talento oculto en este país a la espera de que le den una oportunidad para demostrarlo. Y quién mejor que una televisión pública. Cientos de cantantes y compositores ansiosos por demostrar que en España también podemos llevar apuestas frescas y modernas. Sólo un dato: la desconocida Anabel Conde fue segunda.
Y si el tema en cuestión lo requiere, ¿qué hay de malo en cantar en inglés? ¿Hubo una crisis política en Alemania cuando Lena ganó cantando en la lengua de Shakespeare? Seamos un poco más universales. Seamos más responsables y exijamos una explicación a los verdaderos responsables de que España no pueda luchar nunca de tú a tú en Eurovisión. Es la hora del cambio.