A pesar de que se detecta "una debilidad" de los mecanismos de control interno sobre la serie, en el borrador de la auditoría sobre Cuéntame cómo pasó no se aprecian actividad delictiva alguna, según informa El Mundo.
"Fuentes conocedoras del trabajo de auditoría, consultadas por este diario, aseguran que todos los fallos detectados en la presente revisión se enmarcan dentro de los habituales", señala el diario.
Éstos son patrocinios poco claros, apariciones prescindibles de marcas comerciales, restraso en el cumplimiento de los plazos previstos y no cuenta con un plan de trabajo de sus intérpretes suficientemente detallado.
En concreto, el presupuesto de producción "carece de detalle suficiente sobre el contenido de cada una de sus líneas", falta "concreción en la cláusula de los contratos relativa a los materiales", no se especifica "la composición exacta" de los contratos de patrocinio, y se observan "diferencias entre los materiales entregados a RTVE y los requeridos por contrato".
Además, se ha sufrido "demora en el cumplimiento de los plazos previstos", se han certificado trabajos "con anterioridad a la fecha de firma de contrato" y se han utilizado composiciones musicales "sin que conste la existencia del contrato de cesión de derechos".
Una de las críticas más meridianas se efectúa a propósito de las apariciones de marcas publicitarias "evitables". "Su presencia en imagen es repetitiva y pudiendo parecer intencionada".