La aventura de Sara Carbonero en el prime time de Telecinco ha durado poco más de un suspiro. La culpa no ha sido más que de la discreta acogida con la que ha contado su Quiero ser, un talent show cuyo objetivo es el de encontrar un joven capaz de crear tendencia y que inspire con sus estilismos.

El escueto 9,9% de share que cosechó el programa durante su estreno, bajando al 7,8% y 8,2% en sucesivas entregas, fueron suficientes para que Telecinco reaccionara y enviara al espacio a Divinity, donde consecha audiencias aún más discretas, pero en la línea de la media del canal.

Pese a sus prudentes audiencias, el programa ha cumplido su objetivo: encontrarse entre los temas más comentados de las redes sociales día sí y día también y nutrir de contenidos espacios de la casa como Cazamariposas o Sálvame.

Como no podía ser de otra manera, el reality de Telecinco no ha quedado exento de la polémica, sustentada por una de sus aspirantes a convertirse en la it girl más famosa de España. Celia Fuentes, penúltima incorporación del formato que presenta Sara Carbonero en Divinity, ha cargado contra el programa producido por Mandarina acusándolo de manipulación.

En una entrevista concedida a BLUPER, la concursante narra en exclusiva los motivos que la llevaron a abandonar de la noche a la mañana el formato producido por Mandarina y, por fin, cuenta su verdad.

Llevas unos días denunciando, vía redes sociales, el trato que Quiero ser da a sus concursantes...

Quiero ser es un programa guionizado, como todos los programas de la televisión. Si esto no fuera así todo sería un descontrol. Los coaches cuentan con su guion, algo obvio, pero detrás de eso hay una figura que casi nadie conoce. Durante las grabaciones, hay dos personas de producción rondando y que interrumpen la grabación y ritmo del programa si creen que los profesores tienen que hacer alguna pregunta para sacar "chicha" del concursante y hacerle alguna pregunta que quede bien en los totales. "Oye, pregúntale a la concursante por qué está llorando", "pregúntale a la concursante cómo se siente, que ya ha perdido dos pruebas". El programa no es solo lo que parece, por detrás hay más cosas.

¿Cuál ha sido tu experiencia general en el programa?

Grabamos el piloto del programa en abril, con concursantes totalmente distintos. Tras ello, Mandarina se puso en contacto con Mediaset España, que compró el talent para Divinity pese a que acabó en Telecinco. Después de eso, yo me fui a Ibiza y me llamaron para que volviera ya que habían expulsado a Cristina, la primera eliminada del programa, y yo sería la nueva aspirante. Al entrar vi que me habían asignado un papel de diva exagerado. 

Los concursantes comíamos solos, en una esquina. No querían que habláramos entre nosotros

Lo que más me ha dolido de mi participación en el reality ha sido esa figura de producción que intentaba que explotaramos diciéndonos cosas como "esta concursante dice que eres gorda y una choni y que, además, tus bolsos son falsos. No veas cómo te está poniendo en los totales...". Eso creaba un mal rollo entre nosotros increíble. Además, a la hora de comer, todos teníamos que comer solos, en una esquina, porque no querían que habláramos entre nosotros.

¿Cuándo te das cuenta que ya no puedes soportar más esa situación y decides abandonar?

Yo le comento a mi representante que en el concurso estoy incómoda, que no estoy contenta y ella me dice que, bueno, así es la televisión y lo que buscan es eso, el morbo de las peleas. Pese a ello, yo le digo que lo que pretendía era acudir a un espacio donde se tratara la moda con respeto y que eso no era a lo que había venido.

Yo acepté hacer el programa por las personas que lo respaldaban. Sara Carbonero me parece una periodista seria, que no presenta este tipo de cosas y Dulceida es una vlogger que cuenta con más de un millón de suscriptores. No ha llegado a donde está por casualidad.

Estuve en el programa durante dos semanas, donde grabábamos cuatro días a la semana. Grabábamos de martes a viernes. Durante mis primeros días ya me doy cuenta de que lo estoy pasando fatal y durante la segunda semana tiré la toalla y solo fui a grabar un día en el que hicimos tres pruebas porque no podría más. Hay un momento en el que me derrumbo y veo que no puedo más y se lo comunico a mi representante.

Me negué a ser expulsada del programa de mala manera, así que abandoné y no volví a grabar

Su respuesta tras hablar con el programa fue que, por contrato, yo no podía dejar el reality y tenía que ser expulsada para dejar Quiero ser. Yo me negué. Tengo una repercusión en las redes y bastantes seguidores como para ser expulsada del programa de mala manera. Yo dejé mi trabajo para dedicarme a Instagram. A día de hoy vivo de ello. A mí no me expulsa nadie. Así que uno de los días que tenía que ir a grabar no me presenté, abandoné, y no volví nunca más.

Que un concursante abandone un reality show así como así pone en aprietos a la producción. ¿Sabes cómo resolverá o explicará el programa a la audiencia tu despedida?

No lo sé, la verdad. Yo tenía contacto con una de las concursantes del programa y ahora me ha bloqueado de todas las redes sociales habidas y por haber, supongo que por orden de la organización. Así que me he quedado sin saber cómo lo han resuelto. Me enteraré, como el resto de la audiencia, viendo el programa. Supongo que habrán dicho que soy una malcriada y que abandono el programa para irme a Ibiza a tomar mojitos.

El programa sigue actualmente en grabación y va con retraso de aproximadamente dos semanas respecto a su emisión en televisión. Yo grabé todo esto hace justamente quince días.

Has mostrado bastante en las redes sociales tu descontento acerca de la imagen que el programa está dando de ti...

Estaba harta de decir que no quería ser la mala del programa

Eso es. Yo estaba harta de decirle a los productores que no quería ser la mala, que no me quería meter con nadie y esa persona de producción me decía que lo hacía todo mal y que, si no contestaba a mis compañeros, no era la Celia que buscaban. Estaba todo el rato bajo presión.

 

¿Te atreverías a participar en otro reality show de la cadena para tratar de mostrar al público como realmente eres?

No. Después de esta experiencia jamás lo haría. Me he sentido engañada.

¿Cómo fue tu trato con los coaches y la presentadora del programa? ¿Teníais algún tipo de trato fuera de cámaras?

Los profesores comían con todo el equipo de producción, los cámaras y los redactores. Nunca tuvimos contacto más allá de lo que se ve en el programa. Pese a ello, yo conocí a Dulceida en el programa piloto que grabamos en abril y es un encanto. Por eso quiero que la gente entienda que conté tan enfadada el episodio en el que ella había prometido subir una foto conmigo a sus redes y no lo hizo porque me sentí decepcionada. Todo eso está grabado y es comprobable. Si es un reality show debería emitirse todo.

¿Crees que la organizacion te castigó por tu abandono eliminando del programa ese trozo en el que Dulceida te premia?

Totalmente. Estoy 100% segura.

¿Cuál fue tu motivación principal para entrar al programa? En cierto modo, ya eras toda una "it girl", contabas con 70.000 seguidores en Instagram...

Nunca pensé que 'Quiero ser' se convertiría en un reality en el que solo buscan conflictos y polémicas

Yo vi Quiero ser como una plataforma para exhibirme y para seguir mi formación en el mundo de la moda. Quería usar el programa como un trampolín para darme a conocer y que la gente pudiera seguir mis looks. En ningún momento pensé que este programa se convertiría en un reality show lleno de polémicas en el que solo buscan conflictos entre los concursantes.

 

¿Te veías a la altura del resto de concursantes de Quiero ser?

Estoy enfadada. Si buscan un talent show especializado en moda, los concursantes deberían estar a la altura. No estoy menospreciando a ninguno de mis compañeros, pero no puedo competir con gente que no ha vivido lo mismo que yo para llegar hasta ahí. En el momento en el que entré en el programa tenía como 63.000 seguidores y las niñas contra las que competía 200 o 300. Ahora ya no, obviamente, por el tirón del programa. Además, como influencer, he ido a eventos, he colaborado con marcas, he hecho mil cosas.

Básicamente lo que ha pasado en Quiero ser sería comparable a que yo entre en MasterChef y me pongan a competir con Arguiñano. Obviamente me daría por todos los lados. El programa no está en igualdad de condiciones y muchas de las pruebas tienen que ver con moda, pero la mayoría de ellas solo pretenden ridiculizarte. Por eso abandoné el programa.

En el piloto que grabé, uno de mis compañeros era diseñador, otra era YouTuber... Era diferente. Tenían sus seguidores y eran unas personas que sabían a lo que iban y de lo que hablaban.

Desde tu desembarco en televisión, has conseguido más de 30.000 nuevos followers en Instagram. Pese a ello, ¿te compensa tu participación en Quiero ser?

No me compensa haber entrado en 'Quiero ser'. He ganado muchísimos enemigos y haters en las redes sociales

No, no me compensa. He ganado muchísimos enemigos y haters en las redes debido a la actitud que el programa ha querido mostrar de mí. Estoy empezando a compensarlo con vídeos en los que explico mi verdad y muestro cercanía con mis seguidores. Me gustaría que mis compañeros también dieran la cara y explicaran su verdad, pero no pueden hacerlo por contrato. Después de que pasara todo esto, mi abogado hizo un burofax y conseguimos que se me desvinculara del programa.

¿Cómo te sientan las críticas al formato?

Las críticas son ciertas. Quiero ser nada tiene que ver con la moda o lo que vendieron a los concursantes o a los telespectadores. Así se lo hice saber a mi representante. Yo me apunté a un talent show que buscaba a la próxima "it girl" española y lo único que estoy viendo son críticas. Cómo está montado el programa me parece patético y ridículo. No es que lo diga yo, es que te metes en medios especializados de televisión o lees las principales publicaciones del mundo de la moda y nadie defiende al programa.

Acabas de dar el salto a YouTube, has abierto tu canal recientemente y sin ningún vídeo has conseguido ya una impresionante cifra de suscriptores. ¿Crees que tu paso por televisión te servirá para abrirte un hueco como YouTube?

Sí, la verdad que sí. Sobre todo para que conozcan cómo es Celia de verdad. De hecho, en los vídeos que he colgado en mi perfil de Instagram han sorprendido para bien a mis seguidores. Dicen que no tengo nada que ver como la imagen que ha dado el programa de mí. Eso sí, no soy una santa. Quizá en mi vida diaria puedo hacer comentarios con cierta maldad en plan broma, pero es que yo no quiero hacer daño a la gente.

No soy una niña de papá ni de mamá. Tengo una carrera y un Máster y he estado trabajando en Indra

De hecho, una de las anécdotas que yo cuento al programa, que supongo que han pasado de emitir para venderme como la mala de la película, es que yo viajé a África dos veces a construir un pozo. Yo ayudo a niños, estoy en asociaciones de protección animal... No sé, yo llegué al programa y me dijeron que dijera que venía de Ibiza. Sí, venía de Ibiza, pero de trabajar en Pachá todas las noches por 1.500 euros. Eso a la gente no le interesa. Yo no soy una niña de papá ni de mamá. Yo tengo una carrera y un Máster y he estado trabajando en Indra. Yo sé lo que es levantarse a las 6 de la mañana, pero eso no me dejaban decirlo. A mí lo que me obligaban a decir es que yo no hacía la compra. ¿Perdona? Mis padres están divorciados, yo vivo con mi padre que trabaja durante todo el día y si no hago la compra yo no la hace nadie.

¿Has llegado a aprender algo de los coaches del programa?

Del único profesor que puedo hablar bien es de Dulceida. Ella me ayudó a customizar el vestido de novia. Es una persona muy natural. Creo que es la más humana de todos ellos. Con Cristo no llegué a estar y con Madame de Rosa tuve mis piques porque me intentaba dar lecciones de moda cuando en ese momento, quizá tenía solo 30.000 seguidores más que yo. Si tanto dice que "la moda es libre", debería respetar mi trabajo igual que yo respeto el suyo.

Viviste un momento de tensión de Madame de Rosa durante una de las pruebas...

Sí, ellos querieron vender el momento como que iba a ser expulsada del concurso y todo, pero es que yo no estaba allí para hacer el ridículo. Ponerse una mascarilla de aguacate me parece fenomenal, pero te la aplicas en casa, en la bañera o en tu peluquería. Lo que no iba a hacer es ponerme una mascarilla en una frutería en la que no tengo dónde lavarme después el pelo. Está claro que nos estaban poniendo a prueba y querían que hicieramos el ridículo para que el público se riera de nosotras.

Durante el programa tuve una actitud educada y no me he metido con nadie. Yo no soy de insultar y si lo he hecho ha sido de forma sutil. Yo no soy de chillar ni levantar mi tono de voz. Cuando acabó la prueba volví a la frutería para pedir perdón a los dueños del establecimiento y a Madame de Rosa porque uno de los guionistas me lo pidieron así. Lo hice, pero también comenté que no creía que le estuviera faltando el respeto.

También me gustaría comentar que durante el último día, en el que me derrumbé totalmente y decidí abandonar, nos obligaron a cambiarnos de look en 3 ocasiones para grabar 3 pruebas distintas para ficcionar que habían ocurrido en tres días naturales. Ese cambio se produjo en una de las furgonetas de producción ya que me dijeron que no había ningún bar o localización en la que me pudiera desvestir. Me negué y esa misma tarde me comunicaron que una de las pruebas de ese día sería cambiarse de look en una furgoneta. Estaba hecho a mala leche. Me pusieron entre la espada y la pared hasta que llegó el momento en el que lloré y me derrumbé. Ahí dije adiós y no volví al programa.