Los responsables de Gran Hermano no quisieron revelar el pasado miércoles durante la presentación de la nueva edición del concurso cuál era la gran sorpresa que tenían preparada para los espectadores.

Este jueves, durante la gala, después de que se desmontaran las mentiras con las que había iniciado el programa, Jorge Javier Vázquez pidió a los concursantes que cogieran cada uno una de las diecisiete cajitas que había en el medio del salón y que las guardaran como si fuera un gran tesoro.

¿La razón? Una de ellas tiene una vida extra y le podrá salvar de la expulsión. Eso sí, los concursantes solo podrán abrir su caja en el plató tras ser expulsados de la casa por lo que hasta ese momento la audiencia no sabrá si el expulsado puede volver automáticamente a la casa. 

De esta manera, cada gala del reality contará con la duda de saber si el expulsado puede regresar a Guadalix de la Sierra. Una nueva forma de crear expectación en la audiencia semana tras semana.