El pasado mes de abril se estrenaba en Cuatro el programa documental Quiero ser monja. Un grupo de cinco chicas contaban ante las cámaras sus vivencias bajo la clandestinidad de un convento después de asegurar haber recibido la llamada de Dios. El programa sembró la duda desde el primer momento por el perfil de sus participantes, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha demostrado que no todas buscaban lo mismo. 

Janet destacaba en el grupo. Sus anteriores trabajos como modelo y sus declaraciones asegurando que quería ser actriz dejaban su papel como futura monja en un segundo plano. Muchos se lo quisieron creer, pero otros no llegaron a captar su mensaje. 

El pasado martes, en el debate de GH 17 llamado Límite 24 horas, sorprendía un nuevo nombre entre el equipo de colaboradores. Janet, la rubia que quería ser monja hace unos meses, ahora quiere ser polemista en televisión y tertuliana de GH 17. No cambia de grupo de comunicación, pero sí de destino. 

La que en el pasado quiso ser monja se estrenaba hablando y comentando lo que le parecía de los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra. Este martes, en una de sus intervenciones, arremetía contra Noelia por ser un "mueble". Casualmente, es la concursante que ha sido descrita como la más inocente después de asegurar que era virgen. Un comportamiento que Janet ha asegurado que era "aburrido" y que no daba juego. 

Criticada por el resto de colaboradores, minutos después la nueva cara de Telecinco ha asegurado que no conocía a María José Galera, primera expulsada en la historia de Gran Hermano, nueva consejera en el contraclub de la edición en el que convivirán antiguos primeros expulsados. Tal vez era demasiado joven como para haber visto un programa que se estrenó hace 16 años.