Cuando se dice que Nueva York nunca duerme hubo algunos que se lo creyeron de forma literal. Tanto, que pensaron que en la Gran Manzana nunca se hacía de noche. O eso es lo que nos ha enseñado la nueva TVE a modo de Barrio Sésamo. Si en la pública quieren que a las 3 de la mañana sea de día, será de día. Sergio Martín, como si de la Rana Gustavo se tratara, nos ha dado una clase de husos horarios. 

Este es el objetivo de la nueva TVE, sin descaros ni preocupaciones. Si quieren modificar las horas a su gusto, lo harán. Su manipulación ha alcanzado este nivel. Donde antes se pedía una pieza informativa para dar protagonismo a la noticia, ahora se pide un falso directo, una conversación que jamás ha ocurrido entre presentador y corresponsal, para dar protagonismo al ego del conductor. 

Esta semana, Sergio Martín quería que Almudena Ariza conectara con él desde Nueva York. Pero rápidamente se dio cuenta que si hablaban a las 9 de la mañana (hora española) en Nueva York serían las 3 de la mañana. Para arreglar este cambio horario, Martín le pidió a Ariza que grabara de día unas piezas guionizadas para hacer creer al espectador que estaban manteniendo una conversación y así evitar la oscuridad de la noche. Él, que tan acostumbrado estaba a manipular con nocturnidad (y sin alevosía), ahora prefiere desayunar a plena luz del día. 

Los desayunos se ha convertido en el gran premio para Sergio Martín. Él, que se atrevió a enfrentarse a Pablo Iglesias y a felicitarle por la salida de presos de ETA. Él, que recibió una palmadita en la espalda del mismísimo Rajoy. Ahora ha recibido su talón y se lo está gastando como Julia Roberts en Pretty Woman. El recibimiento no ha sido tan grandilocuente como el que obtuvo la novia de América. Y es la audiencia de Los desayunos se ha tirado por un precipicio sin la necesidad haber metido a una desquiciante Maite Galdeano como colaboradora.

La conexión entre España y Nueva York es una mera anécdota. Un hecho que sólo nos hace reír. Pero unos minutos que, recapacitados fríamente, sólo demuestran la capacidad de TVE y de Sergio Martín para moldear la realidad como a ellos les apetece y así servir a los espectadores una bandeja con una ración de mentiras y otra de datos manipulados. Sólo es una anécdota que demuestra que, incluso el tiempo, será como ellos quieran. 

La nueva directiva de TVE ya campa a sus anchas sin nadie que les tosa. Todo resbala sin miedo al qué dirán. Su posición se ha hecho más fuerte desde que han visto que, de una manera o de otra, el PP sigue siendo el partido más votado en las dos últimas elecciones. Y los informativos son los más damnificados en toda esta situación que sólo empeora con el paso de los meses. 

Abre sus informativos con la pelea entre Errejón y Pablo Iglesias pero obvia los enfrentamientos internos en el PP por Soria y Rita Barberá. Emite documentales por error de hace años y provoca retrasos en sus estrenos más importantes. Sigue contando con colaboradores entre sus filas que han sido condenados por insultar sin pruebas a los políticos. Esta es la TVE que quieren algunos. Otros siguen luchando por una TVE que emitía de día cuando era de día y de noche cuando era de noche. El pulso del directo, sea la hora que sea. Sin artificios ni mentiras. 

¿Quién sabe? Tal vez lo siguiente será hacer que nieve el 25 de diciembre porque queda mucho mejor en Navidad.