La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. No. No voy a hacer, esta semana, un especial sobre Isabel Gemio y su programa estrella. Ya habrá tiempo de homenajear a la extremeña, ya. Porque la Gemio tiene un homenaje… pero bueno, bueno. Uno de esos que dejan atestado policial. El caso es que, ¿quién nos iba a decir a nosotras que íbamos a ver un producto tan chispeante como Las Campos? No te hagas la visionaria, guapa. Esto no te lo imaginabas tú ni en el más húmedo y tórrido de tus sueños.
Ni en el más húmedo y tórrido de tus sueños imaginabas el éxito de Las Campos
Lo que tampoco se podía imaginar nadie es que, encima, lo renovaran por otra temporada. Esto ya sí que es el acabóse. ¿Cómo preparar la mente para otra ración doble de glamour? ¿Cómo soportar otra oleada de desayunos en la habitación de Teresa? Yo me siento desvanecer con sólo pensarlo. Todo un bodegón televisivo renovado. ¡Qué más se puede pedir!
Con todo lo que vimos en los dos capítulos iniciales una no puede por menos que esperar grandes gestas. ¿Conseguirá Teresa comerse una lubina a la espalda ella sola? ¿Será capaz Terelu de no sucumbir ante un buen puesto de berenjenas de Almagro? Sí, uno de esos de la feria de los pueblos… Imagínate. Si fue comentado el momento porra, no me la quiero imaginar berenjena en ristre chupando el tubérculo para no mancharse con el chorreo como si lo prohibieran… ¡Pura crema televisiva!
Teresa tiene tanto que darnos. ¿Qué veremos en estos nuevos capítulos? ¿Otra ración de largos mañaneros en la piscina al estilo Mireia Belmonte? ¿Una buena sesión de diseño de zapatos, quizá? Yo creo que se deben liar la manta a la cabeza de una vez por todas y llevarse a esta matriarca entre las matriarcas a un buen bingo. ¡Evocación de Los Bingueras con Pajares y Esteso! Tope de remember, cari. ¿Qué puede haber más entretenido que ver a una septuagenaria y sus amigas cantando líneas y bingos non-stop? El sueño húmedo del telespectador. Venga a beber Mirinda mientras dejan la caja del establecimiento más tiesa que el cucuné de Donald Trump.
¿Y Edmundo?
Lo que no acabo de ver es el papel de Bigote, Edmundo… El señor Arrocet. Vamos a ver: eres el novio de una de las mujeres más legendarias de la televisión. Además, se supone que eres un tío con cierto gracejo, no en vano te ganas la vida desde hace 40 años trabajando de humorista ¿no? Entonces, ¿cómo se puede ser tan soso? Lo digo desde el cariño… Desde la ternura que me provoca cuando exagera ese acento mexicano a lo chavo del 8: ¡Piticlín, piticlín!
¿De verdad no hay más que sacar de este hombre que unos planos interminables pintando camisetas con un rotulador permanente? ¿No hay tema que te quema con Teresa para evitar recurrir a ese momento restaurante? Sí… No me digas que no te dieron ganas de suicidarte mientras Edmundo le narraba las propiedades calóricas de las coquinas a María Teresa… ¡Ay señor, llévame pronto!
Yo espero mucho de estos nuevos capítulos. Quiero ver una noche de desenfreno de Terelu y sus amigas: que encuentre el amor en la noche madrileña. Quiero a Teresa y Bigote presos de la pasión en algún paseo marítimo al borde del atardecer. ¡Qué coño! Quiero a Bigote vendiendo camisetas personalizadas en la playa de Torremolinos…
¡Qué total! Quiero a María la sirvienta haciendo “tortillitas” como la niña del exorcista… ¡No puedo esperar más! ¿Cantarán los Súper-Singles la nueva cabecera? ¿Se acercará Camilo Sesto a tomar el aperitivo en casa de Teresa? ¿Se unirá a la tertulia vespertina la mismísima Rocííto? ¡Mi reino por la nueva temporada de Las Campos!