¿Cómo de bien le vienen las redes sociales a Gran Hermano? El reality de Telecinco es lo más comentado cada semana, arrasa en Twitter y no tiene competencia en términos de comentarios durante sus tres galas semanales. Las redes sociales consiguieron reavivar el formato, desgastado después de tantas ediciones. Pero, a la vez, se han convertido en uno de sus peores enemigos.
Twitter nació en 2009, pero la red social del pajarito no terminó de cogerle el truco a Gran Hermano hasta pasados unos años. Telecinco era reticente en un principio a eso de emitir el 24 horas de su reality a través de internet ya que existían canales de televisión dedicados a este contenido. Pero la edición 12+1, emitida en 2012, fue la elegida.
Las audiencias de GH comenzaban a flaquear por aquel entonces. La edición 12+1 cerró con un 20,6% de cuota de pantalla y GH 14 lo hizo con un 18,4% de media. ¿Era el fin de Gran Hermano? Telecinco esperó más de un año para emitir una nueva edición del programa y esperaron a septiembre de 2014 para emitir su Gran Hermano 15. Fue el inicio de la revolución social.
El inicio de este programa fue muy preocupante: su cuarta gala bajó a un 14,2% de cuota y cayó por debajo de los 2 millones de espectadores. La entrada de Lucía, ex de Omar, y el juego de este trío amoroso revitalizó las audiencias de una semana para otra. Subió a un 21,8% de cuota y más de 700.000 espectadores en apenas siete días. Las redes sociales estallaron a partir de aquel momento.
El contenido de Gran Hermano se volvió viral y ya nadie dejaba de comentar Gran Hermano a través de Twitter. Los tablones se llenaban de comentarios, vídeos, opiniones y deseos sobre la edición. Un Gran Hermano 15 que parecía que iba a ser el último y que se despidió rozando los 3,5 millones de espectadores en diciembre de 2014.
Enemigos íntimos
Pero, después de salvar el formato, las redes se convirtieron en la peor enemiga del programa. Con Gran Hermano 16 el uso de Twitter dio un paso más. El 24 Horas que Telecinco tenía en su web se convirtió en un suministrador de contenido que terminaba al instante en internet. Las broncas, las nuevas relaciones, las enemistades y las alianzas surgidas durante la semana ya no eran un secreto para aquellos que seguían las galas ya que todo había sido reventado en las redes.
La edición 16 fue la de los secretos. Twitter era un aluvión de conjeturas y teorías sobre cada uno de los concursantes. Algunos lograron descubrir la verdad después de mucha imaginación y pocos cabos se quedaron sueltos para su seguimiento a nivel televisivo. Pero, a pesar de esto, GH 16 convirtió a Twitter en un gran aliado que revalorizó sus audiencias.
Con GH 17 las cosas han ido por el mismo camino. Los vídeos más provocativos están en Twitter al instante y nadie se resiste a hacerse eco de lo que está pasando dentro de la casa. Ya poco sentido tiene seguir los resúmenes diarios en televisión que sólo cuentan lo que horas antes ha sido emitido en las redes sociales. Ahora su mayor procupación es tener contenido para las galas.
Esto ha provocado que sea muy difícil para la organización sorprender a los espectadores fieles a Gran Hermano. Hay muy poco contenido nuevo que logre enganchar al seguidor del 24 horas, por lo que tienen que romperse la cabeza mucho más para intentar poner a los concursantes en una difícil situación que provoque la exaltación en directo.
Si bien las redes sociales hacen que los espectadores estén mucho más enganchados a las tramas que ocurren dentro de la casa en el minuto a minuto, hace que los fieles se desenganchen de las galas debido a que todo lo que pasa ya ha sido visto. De ahí surge el término "aburrido" que tanto ha perseguido a la edición de Jorge Javier Vázquez. ¿Se harían las galas de GH tan largas si todo su contenido no hubiese sido reventado días antes?