Paz Padilla, sobre la polémica de los ‘negros’: "¿Qué hago si se me malinterpreta?"
Hace unos días, Paz Padilla se colocaba en el punto de mira por unas declaraciones en el programa que no sentaron demasiado bien a los espectadores y que terminaron volcadas en las redes sociales a modo de crítica. "Mi 'mushasha' (su empleada del hogar) es de Kenia y la quiero muchísimo. Me han sorprendido mucho los negros, de verdad, porque son supertrabajadores, superhonestos, y, de verdad, muy cariñosos", aseguró en el programa de Telecinco.
Rápidamente comenzaron a saltar numerosos mensajes en Twitter que criticaban la actitud de la presentadora y que describían sus palabras de "racistas y clasistas". “¿Qué hago yo si se malinterpreta? Yo solo sé que era mi cumpleaños, que estaba agradecida a mi chica, que me hizo una sorpresa muy bonita, y que colgué en Instagram”, ha dicho la presentadora gaditana este lunes durante la presentación de la colección de ilustraciones del artista Javier Mariscal sobre el universo Sálvame. (FOTOGALERÍA: Javier Mariscal retrata a los protagonistas de Sálvame)
No ha sido a las únicas cuestiones que se ha enfrentado Padilla. La también actriz ha explicado por qué nunca se habla de su vida en el programa, su polémica con Carlota Corredera o si se considera ya la presentadora titular del formato.
En tu ilustración apareces con guantes de boxeo, ¿por qué?
Creo que Javier Mariscal ha ido estudiando las personalidades de cada uno y supongo que en mi caso sería porque me vio en Instagram o se lo dirían los directores. Estoy muy viciada al deporte. Me gusta el boxeo, hago pesas, footing…Recomiendo a todo el mundo que haga deporte.
También eres la más peleona...
Sí, me gusta. Aunque yo no dejo de ser una mandada. Yo no decido los temas, de si continuamos… Yo soy la presentadora, no dirijo. Hago lo que me piden. No dejo de ser una mandada.
No hay pacto para no hablar de mi vida en Sálvame. Yo nunca hablo de ella.
Pero te mojas…
Sí, sufro mucho con ellos. El ser humano reacciona así un poco cuando se le mete presión y a veces Sálvame es así. Ese es el riesgo. Estamos hablando de su vida. Aquí no hay un guión. Ellos sufren.
¿Tú les pincharías menos?
Yo sí. No va con mi carácter. Pero estoy en Sálvame. Si no estaría en otro programa. Seguramente si hiciera otro programa tendría otro perfil.
¿No tienes miedo a que se vuelva la tortilla en tu contra?
Yo no me siento a contar nada. Ellos saben que esto es un riesgo. Si estás de colaborador, sabes que hay ciertas cosas que tienes que hablar o entrar.
¿Hay un pacto para no hablar de vuestra vida?
No es un pacto, simplemente yo nunca hablo de mi vida. Hace 14 años que no concedo entrevistas que no sean de trabajo.
Cuando terminaste Crónicas Marcianas dijiste que te costaría volver al mundo del corazón. ¿Cuando cambió el chip?
Cuando he conocido a la gente que trabaja en el mundo del corazón y conozco un poco más a los personajes. Esto es una industria, un negocio. Meter a todos en el mismo saco no es justo. En Sálvame no se habla de profesionales que no viven de esto. Se les respeta.
¿Fue falta de conocimiento?
Totalmente. Además no sabía cómo se hacía un programa de corazón, como tampoco sé los entresijos de una revista. Y juzgarlo a la ligera es no respetar el trabajo de compañeros. Muchas veces ponemos etiquetas muy rápido y posiblemente yo las pusé. Y sé que hay compañeros que la ponen porque no nos conocen y no saben cómo funcionan. Me gustaría que se viera cómo trabajan los compañeros de atrás. Hacer cuatro horas y media al día no es fácil. Cuando me dicen que hay guión, yo digo: ‘¿Y cuándo me lo estudio?’.
Me encantaría jubilarme en Sálvame. Diez años más y es buena fecha.
¿Pensabas que ibas a estar tanto tiempo al frente de un programa así?
¡Qué va! Esto ha sido una locura maravillosa. Todos queremos un programa tan longevo. Nunca he tenido un programa así. Aquí tenemos la suerte que Telecinco apuesta por el formato y la gente lo sigue. Entrar en un programa así es una lotería. Me encantaría jubilarme en Sálvame. Diez años más y es buena fecha.
¿Cómo llegaste a Sálvame?
Fui a Sálvame Deluxe a ser entrevistada. Buscaban a alguien que sustituyera a Jorge y se ve que me vieron en el perfil. Era muy diferente a él. No era fácil. Es un programa con un presentador y una estructura hecha. Yo llegaba el viernes y me subía a un tren en marcha. Me obligaba a ver todos los programas, necesitaba estar al día. Y con el tiempo me he adaptado al formato, el formato a mí…
¿Te consideras la presentadora titular?
Yo considero que Jorge sigue aquí. Es temporal que esté cuatro días a la semana. Ahora está con Got talent, Gran Hermano, el teatro… ¡Qué bien que me deje trabajo! Yo siempre pienso que cuando vuelva, es él el que tiene que estar. Nunca me he sentido rival. Ahora estoy aquí y también estoy en La que se avecina.
¿Qué tal el rodaje?
Yo estoy loca y en Sálvame me contengo, muestro menos mi forma de ser. Y allí soy la menos loca.
¿Tienes enemigos en Sálvame?
No creo que tenga enemigos. Se trabaja de forma distinta. En LQSA no se trata temas que incomodan.
A Carlota Corredera sólo le puedo dar las gracias.
¿Y amigos?
Sí, tengo amigos. Pero no voy a decir quiénes.
¿Qué pasó con Carlota Corredera?
¡Qué tontería se monta la gente! Me fuí de vacaciones porque necesitaba descansar y llevaba ocho años sin vacaciones. Pedí unos días y lo único que podía darle a Carlota era millones de besos. Era una tontería. ¿Qué iba a desmentir? Alguien dijo que dí el paso un poco fría. ¡Con el aire acondicionado hay en plató! A Carlota sólo le puedo dar las gracias. Ahora que está Carlota los viernes, se lo dedico a LQSA. Es un sacrificio que se adapten a mis horarios. Yo tampoco quiero incordiar.
¿Qué te está pareciendo Jorge Javier en Gran Hermano?
Admiro mucho a Jorge. No lo ha tenido fácil. Todo el mundo compara. Yo pido paciencia. Él poco a poco tendrá su espacio, le dará su sello. Él no es Mercedes Milá. Las comparaciones son odiosas. Sé de lo que hablo.
Hace unos días fuiste trending topic por unas declaraciones sobre tu chica de la limpieza y los negros…
Yo nunca habré dicho chica de la limpieza. Esto es como lo de Carlota. ¡Qué voy a contar si se malinterpreta! Yo solo sé que era mi cumpleaños, que estaba agradecida a mi chica, que me hizo una sorpresa muy bonita, y que colgué en Instagram. ¿Qué hago yo si se malinterpreta?