Cuando resultó ganador de Operación Triunfo 2011, la edición presentada por Pilar Rubio que terminó de forma prematura debido a sus malos datos de audiencia, a Nahuel le prometieron de todo. 

"Tendrás una carrera musical dentro de Blusens Music; grabarás tus propias canciones; las presentarás el 4 de junio junto a Paris Hilton en Barcelona, en la Blusens Music Supermartxe, que estamos preparando en honor a ti; en verano te irás de gira con tu propia banda; y en septiembre saldrá a la venta tu álbum", dijo entonces la presentadora.

Sin embargo, lo único que recibió el cantante fue un aparato reproductor de mp4 con dos canciones suyas. “El programa nos dejó a la deriva”, dice Nahuel en una entrevista a la revista Interviú. 

"Días antes de la grabación nos reunieron a todos los clasificados en una sala con representantes jurídicos de Gestmusic y Telecinco Sus abogados nos entregaron unos contratos muy extensos. A grandes rasgos, dicho contrato establecía un premio para el ganador de 30.000 euros, la grabación de un disco, una gira promocional, presentaciones y derechos de imagen valorados en 35 euros al día, galas incluidas", cuenta el joven.

Sin embargo, cuando Telecinco decidió adelantar el final del concurso, las condiciones cambiaron: se rompieron los contrarios originales y se elaboraron nuevos compromisos. “Los perjudicados fuimos nosotros. Fue como quitar de la boca un caramelo a un niño. En un día destruyeron nuestro corazón y nuestros sueños. Nos dejaron a la deriva”, se lamenta.

Sin embargo, la discográfica  asegura que Nahuel se agobió "con las rutinas y la maquinaría del mundo discográfico" y asegura que el cantante paraguayo no tenía público que quisiera escucharle y "un artista se mide por su demanda, y Nahuel no la tenía", explica Eva Perales, de Blusens Music.