Montse se convirtió este domingo en la exconcursante menos votada en la aplicación de Gran Hermano 17 para volver a entrar en la casa de Guadalix de la Sierra.
Por eso, ha tenido que abandonar el apartamento que compartía con Fernando, Candelas y Pablo. Hasta en su despedida, el mal rollo con Pablo ha sido evidente y no se han despedido.