"Cualquiera con Wikipedia sabe que Pablo Escobar va a morir", afirma el productor ejecutivo de Narcos, Eric Newman, en un vídeo especial de los creadores de la serie original de Netflix en el que hablan sobre la muerte del famoso narcotraficante.
"Esta segunda temporada tiene mucho que ver con el colapso físico y emocional de Pablo Escobar. Es interesante ver cómo el mundo de este hombre se va reduciendo especialmente en las manos de un actor como Wagner", comenta Newman.
"Hicimos la escena final en Medellín. La hicimos de la forma más realista posible. Wagner hizo sus escenas de riesgo. Queríamos que eso fuera muy enérgico para tener un realismo crudo. Y queríamos crear un sentido de urgencia. No queríamos hacer una gran secuencia de acción de Hollywood. Queríamos hacerla intensa e inquietante", afirma su director, Andrés Baiz.
Convertida en una de las joyas de la corona de Netflix, la muerte de Escobar no ha impedido que el gigante norteamericano continúe producciendo la ficción. "El legado continúa", anunciaba a bombo y platillo la renovación de la serie filmada en Colombia en sus redes sociales hace unos meses.
La trama principal de la nueva temporada girará en torno al cartel de Calí. Como bien avanzase Netflix, el legado de Narcos continuará con la aparición de Gilberto Rodríguez Orejuela, interpretado por Damián Alcázar. Contará así la historia del que se convirtió en el rey de la cocaína en EEUU y Europa.
Al contrario que ocurriese con Escobar, cuyo final ya se sabía, Orejuela sigue vivo y está encerrado en una prisión de Tennessee. Por eso los creadores de la ficción tendrán mucho más margen de maniobra a la hora de crear las tramas de los nuevos episodios.