A partir de este martes, todo volverá a la normalidad. TVE emite este lunes el concierto que pondrá punto y final a la historia de OT: El reencuentro, un evento conmemorativo que pretendía celebrar los 15 años de un programa musical que cambió por completo la historia de la televisión en España. Después de tres documentales y un concierto, la historia se vuelve a reiniciar. 

Los tres documentales emitidos han arrasado en términos de audiencia. Su regreso a la primera línea ha hecho que los triunfos se hayan vuelto a poner de moda. Entrevistas en televisiones, portadas en revistas y mucha promoción ha hecho que los 16 concursantes de aquella edición vuelvan a ser carne de titulares. Sin embargo, no todos han tratado de la misma forma este evento nostálgico. 

TVE sabía de la fuerza que tenía la marca Operación triunfo. La pública se deshizo de los derechos del programa después de la caída de audiencias de la tercera edición. Sin embargo, siempre quedó en su retina aquel primer año histórico que les hizo romper récords de audiencia. Y  por eso sabían cómo debían tratar este regreso de la marca a sus manos. 

Siempre se le ha echado en cara a la pública su forma de promocionar sus estrenos. El público pocas veces se entera de algunas de sus emisiones o de la llegada de nuevas y grandes producciones. Sin embargo, en esta ocasión TVE ha sabido ver lo que tenía entre manos, metiendo a los espectadores por vena un colocón de Operación triunfo. 

TVE eligió un día de descanso para un programa que pedía sofá, manta, helado y pañuelos

Cuidó desde el principio la emisión eligiendo el domingo como el día en el que se estrenaría. Decidió no competir con el resto de cadenas privadas de lunes a jueves. Un día de descanso para un programa que pedía sofá, manta, helado y pañuelos. Los ex concursantes se han paseado durante estos días por todos los programas de la cadena. Y así es como se ha logrado rescatar el fenómeno social. 

Pero TVE no habría podido hacer nada si no hubiese sido por la inteligencia de Gestmusic al hacer una producción tan cuidada. La productora del formato original y de este reencuentro no ha tenido pelos en la lengua a la hora de rescatar los momentos más amargos de esta producción de éxito, lo que ha otorgado a El reencuentro de una verdad inesperada.

Gestmusic ha sabido gestionar la presión de encontrar el tono entre la lágrima y el morbo

La nostalgia era el punto fuerte de estos tres documentales. Y Gestmusic ha sabido encontrar el camino entre la lágrima y el morbo. No todo se ha quedado en un bonito cuento de hadas por donde se pasearon 16 personas que de la noche a la mañana se hicieron millonarias. El reencuentro de Bisbal y Chenoa había que saber gestionarlo y la productora supo encontrar perfectamente el tono de esta llamada de atención. 

La discográfica ha dejado a un lado la nostalgia para sólo pensar en números y en cuánto sacarán del concierto

La bruja mala de este cuento ha sido Universal. La discográfica que lleva a la mayoría de los artistas supervivientes de aquella primera generación sólo ha visto números y cifras en el reencuentro, dejando a un lado la nostalgia y pensando en lo que sacarán de este concierto. Además de convertir este evento en el Palau Sant Jordi en un búnker ante la prensa, la discográfica es la que más problemas ha generado a la hora de conseguir reunir a los 16 concursantes. 

Mientras Gestmusic conseguía muy pronto reunir a todos, Universal ha tenido que esperar hasta el último momento para recibir una respuesta afirmativa. Mientras los documentales han tratado a todos por igual, el concierto dejaba claro los diferentes cachés de los cantantes y su importancia en la escaleta del concierto. 

La discográfica sacó de la noche de la mañana, y sin avisar a los concursantes o a la productora, un disco recopilatorio de los mejores temas del programa. Una estrategia para aprovechar el tirón y sacar dinero del trabajo nostálgico que han conseguido otros. Una decisión que los propios concursantes no han dudado en criticar en más de una ocasión. Una táctica que ya había usado con los representantes en Eurovisión que están bajo su sello. Una maniobra muy distinta a la que TVE y Gestmusic han tenido durante estas últimas semanas.