Pocos imaginaban que TVE lo hiciese y a más de uno le llegó al noticia de forma inesperada: Víctor Ros tendría segunda temporada. La primera se comportó de forma correcta, por lo que la pública (con pocas series en su cartera que cumplan) decidió confiarle una tira más de capítulos a la figura de Jerónimo Tristante. 

Desde el pasado jueves, la serie a regresado a la programación de la pública con nuevos episodios. Una nueva historia que sigue teniendo a Carles Francino como cabeza de cartel. El actor, que siempre ha caminado de la mano de la televisión española, conseguía con Víctor Ros su gran papel protagonista por el que ha estado luchando tanto tiempo. 

Ahora se enfrenta a una temporada mucho más dramática. Con la pérdida del personaje de Esmeralda Moya, Ros se tiene que reponer a una nueva vida alejado de su familia. Un nuevo caso le llevará hasta Linares. Allí tendrá que descubrir quién fue el responsable del mayor robo de oro en España. En BLUPER hablamos con el actor protagonista para que nos cuente más secretos de este segundo año. 

Segunda temporada, casado, en Linares...

Y no nos vamos a quedar solo en Linares. Vamos a descubrir algún rinconcito más.

¿Vamos a tener triángulo amoroso con las chicas de 'Víctor Ros'?

Las dos mujeres que vimos en la primera temporada se mantienen. Y a eso se suman más mujeres. El marrón crece todavía más. Vamos a ver lo que pasa. En cualquier serie el amor tiene que estar, para lo bueno y para lo malo. La entrada de una nueva mujer igual hace que haya algún descarte.

¿Puedes con todas?

No, no, no. Víctor no puede con todas y ese es uno de los problemas que ya se veía en la primera temporada.

¿El vértice que falla en este triángulo eres tú?

Eso siempre. Ya veremos si es triangulo o no porque a lo mejor una de estas relaciones queda como amistad. Va a ser distinto a la primera temporada.

Queríamos mostrar a un Víctor más hombre, con un nucleo familiar y como jefe de la Metropolitana

Han pasado cuatro años desde lo que ocurrió en la primera temporada. ¿Qué ocurre en ese tiempo para 'Víctor Ros'?

Es muy importante para mí, para trabajarlo, como para la serie. Queríamos que eso estuviera muy claro como inicio de la nueva temporada. Queríamos mostrar a un Víctor más hombre, con un nucleo familiar y como jefe de la Metropolitana. Era muy importante darlo en el primer capítulo, pero como sucede algo muy bestia ya le van a llevar por otros territorios.

También para ti han pasado años desde que te enfrentaste por primera vez al personaje. ¿Te enfrentas de forma diferente al papel?

Esta segunda temporada lo interesante era recuperar a ese Víctor Ros. Lo que le sucede en el primer capítulo es tan bestia que eso va a ser sumar cosas nuevas. Víctor va a descender a los infiernos y vamos a ver a ese chirlero que vimos de niño. Evidentemente ya no tiene 12 años y la toma de decisiones va a ser más jodida.

Quieren explotar cosas nuevas, diferentes. Hay que prepararse para eso

Tras la primera temporada de 'Victor Ros' la serie se quedó en stand by. ¿Cómo os tomasteis la renovación?

Nadie se lo esperaba. Fue una sorpresa muy grata. Primero piensas que no lo hicimos tan mal. Luego, cuando recibes la llamada para ver de qué va a ir esta segunda temporada, me gustó mucho. Quieren explotar cosas nuevas, diferentes. Hay que prepararse para eso. A veces hay rincones que son complicados con este ritmo de producción que llevamos. Vamos muy apretados.

¿Te habías reservado unos meses en la agenda por si te tocaba grabar de nuevo?

No, nunca. Eso en nuestra profesión no existe. Ojalá pudiésemos. Tenía la cabeza en otro sitio. En ese momento no estaba disponible. Cuando ellos querían empezar a rodar yo más o menos ya estaba libre. No sé si decidieron retrasarlo un poquito por mí. No creo que me hubiesen esperado un año.

¿Qué sabes de 'Sé quién eres'?

Creo que vamos a rodar la segunda temporada sin que se emita la primera. Eso es una llamada que yo he recibido. Me alegró mucho porque es una serie en la que confío mucho. En noviembr comenzamos a grabar la segunda temporada. No sé lo que quiere hacer Telecinco con eso.

¿Haréis otros 10 capítulos como estaba planeado?

De momento, sí. Al menos ese era el plan inicial. A lo mejor luego hacen como con El Príncipe y cortan la temporada por el medio. Quién sabe.

¿Prefieres trabajar en una cadena privada que te da más seguridad?

No. Me da absolutamente lo mismo. Nuestro trabajo no tiene nada que ver con estas decisiones. Te puedes cagar en la profesión con estos ritmos de trabajo, que ojalá nos cuidaran un poco más. Es una visión que tenemos nosotros de nuestro arte. Igual si nos pusiésemos en la posición de esta gente haríamos las cosas igual.

Cuando una serie lleva el nombre de tu personaje, ¿sube el ego?

El ego siempre sube, pero con cualquier cosa. Nos dedicamos a esto por ego. El que diga lo contrario es mentira. Subimos a un escenario para que nos aplaudan.

También es peligroso...

Pero es peligroso cuando eres más pequeño. Cuando no tienes trabajo nos hundimos en un pozo y piensas que esto es una mierda y ya no te quieren. Es un rollo patatero.

¿Qué es lo que te pone los pies en el suelo en épocas buenas?

Mi gente y mi familia. Yo estoy muy bien educado. Mi familia y mis amigos, a la mínima que me ven que me voy, me dan una hostia y al suelo.

¿Te han tenido que bajar alguna vez?

Igual mis padres cuando era más pequeño, pero ni me dedicaba a esto. A mis amigos les advertí, les dije que no me soltasen de la mano. Alguna vez, con el tiempo, parece que me he vuelto más borde con la gente en la calle. Me viene una señora y me pide una foto y digo: 'No, después de comer'. No me doy cuenta de que estoy un poco más marcando la distancia.

¿Quiénes son tus principales críticos?

Mi madre. Ve todo. A mi padre le sigue costando mucho todavía. Ella sabe darme bien. Lo hace desde el papel de madre y después va entrando poco a poco en el mundo de la interpretación.

¿Te han llegado a decir que eso no lo tenías que haber hecho?

Claro. De cosas de ficción y de cosas de no ficción. Si hubiesen tenido oportunidad no me hubiesen dejado hacer esto. Se tranquilizaron cuando vas a la escuela de interpretación y ves que estás feliz.