Una Navidad no es Navidad sin el clásico anuncio de la Lotería. Una vez más, el spot de Loterías y Apuestas del Estado rápidamente ha acaparado las portadas de los medios y ha conseguido convertirse en lo más comentado de las redes sociales, con comentarios críticos y favorables a partes iguales.

Una de las críticas más repetidas es que un año más el anuncio vuelve a apostar por la lágrima fácil y el melodrama en vez de por un tono más ilusionador como sucedía antaño con el popular Calvo de la Lotería. Pero, ¿desde cuando prefieren hacernos llorar a reír?

El actor Clive Arrindell fue la imagen del Sorteo Extraordinario del 22 de diciembre desde 1998 y hasta 2005. En la memoria de todos está el fondo musical del tema El café de los estudiantes compuesta por Maurice Jarre y una frase: Que la suerte te acompañe.

Me dijeron que mi personaje ensombrecía a la propia marca”, dijo Arrindell en 2013 cuando decidió contar por qué habían decidido prescindir de él. No obstante sospechaba que también tuvo que ver el dinero porque los anuncios no eran precisamente baratos.

El actor rompió su silencio precisamente el año que más polémica generó este anuncio y, que a la postre, fue el último año en el que se apostó más por la ilusión que por la lágrima fácil. Fue el año en el que Raphael, Montserrat Caballé, Marta Sánchez, David Bustamante y Niña Pastori se convirtieron en cachondeo nacional.

Un año después, Loterías y Apuestas del Estado decidió por primera vez hacer llorar a los españoles con el ya mítico anuncio del Bar de Antonio. En él se jugaba con uno de los mayores miedos de los españoles: no comprar un décimo en el bar (o donde sea) y que toque.

El anuncio estaba influenciado sin ninguna duda por Campofrío, que desde 2011 consiguió hacerse un hueco dentro de los anuncios navideños gracias a sus spots llenos de emoción. ¿Quién no recuerda el anuncio en el que se reunían a los humoristas más conocidos de nuestro país para hacer homenaje a Miguel Gila?

El pasado año el anuncio estaba protagonizado por un vigilante nocturno de una fábrica de maniquíes que, a pesar de no coincidir con ninguno de sus compañeros de trabajo, deja recados y bromas para sacarles una sonrisa al día siguiente. Más pendiente de ellos, al hombre se le olvida comprar Lotería. Y toca.

Este año, siguiendo la tradición, el spot está protagonizado por Carmina, una maestra jubilada a la que todo un pueblo le monta una fiesta para que mantenga la ilusión de haber ganado el Gordo.