“Nunca he visto un cocinero tan sucio como tú”. Así de tajante se muestra Alberto Chicote al conocer a Manolo, cocinero del restaurante que visita este jueves en la nueva entrega de Pesadilla en la cocina.
Ubicada en una de las principales calles de una pequeña localidad sevillana, Valencina de la Concepción, y regentada por una familia conocida en la zona por la producción de jamones, la Terraza Rocío abrió con buen pie hace un año, pero los choques entre su joven dueña, sin experiencia en restauración, y su madre, curtida en el negocio de la hostelería, están desgastando el negocio familiar.
Pese a estas rencillas, el verdadero problema se encuentra en la cocina, territorio absoluto de Manolo, donde campan a sus anchas alimentos con moho, comida estropeada o una freidora con algo difícilmente reconocible.
Ante un restaurante que se va a pique, una sala en la que las desavenencias están a la orden del día y una cocina anárquica y desorganizada, su dueña no reacciona. Lejos de tomar conciencia, recibe la presión con la mayor de las angustias y no es capaz de afrontar los problemas de cara. En lugar de implicarse, se escabulle y no pone en vereda a un cocinero cuya forma de trabajar y tratar los alimentos Alberto Chicote desautoriza.
Los problemas económicos crecen y a la madre de la dueña, que es quien carga con ellos, le están mermando la salud. Alberto Chicote tendrá que enfrentarse a la falta de implicación, la desorganización y la dejadez para intentar salvar un restaurante en horas bajas que, de seguir así, se verá abocado al cierre y amenaza con arruinar a toda una familia.
Chicote sigue en plena forma en laSexta con las nuevas entregas de la quinta temporada de Pesadilla en la cocina. El espacio de la cadena se estrenó con éxito al acumular, con su doble entrega, una media de 12,6% de cuota y 1.603.000 espectadores. La última emisión marcaba máximo de temporada en espectadores con 2.201.0000 y un 12,9% de cuota.