Pablo Motos lo advertía: después de semanas y semanas de retos superados, Pilar Rubio no había conseguido alcanzar el objetivo de la pasada semana y el programa le daba una segunda oportunidad este miércoles delante de Mario Vaquerizo y Alaska.
La prueba: Pilar Rubio tenía que hacer volar un dron con una bombilla y conseguir que luciera colocándola en el dispotivo. Aunque nunca se vio que la bombilla luciera, la colaboradora logró colocar bien la bombilla y hacerla girar. A pesar de no encenderse, Motos le dio la prueba por superada.
La próxima semana, el reto tendrá que ver más con los pies que con las manos. Rubio tendrá que aprender a bailar claqué. Esta vez, lo hará acompañada del propio Pablo Motos que ya tuvo este reto por delante hace varias temporadas.