La que se avecina regresa esta noche a Telecinco con su novena temporada a partir de las 22:30 horas. Todo un logro que le convierte en la segunda serie más longeva de la televisión actual, tras Cuéntame. Un éxito que, no obstante, podría llevarle a su final definitivo tras los dieciséis episodios con los que cuenta esta temporada. Uno de sus creadores, Alberto Caballero, reconoce a Bluper que prefiere que a los espectadores “le dé más rabia que se acabe a que te digan que te pasas de rosca”.
¿Pensaste en que la serie llegaría hasta una novena temporada?
No, nunca. Jamás en la vida. Pero te va sorprendiendo la existencia humana. Nada de lo que va pasando lo tienes previsto.
Una de las claves es que os habéis ido reinventando…
Hemos ido sobreviviendo y intentando buscar mecanismos para mantener la motivación. Y eso te implica siempre tomar decisiones, evolucionar a lo que se te va ocurriendo. Intentamos no aburrir a la gente, no aburriéndonos nosotros.
Hemos decidido cerrar un círculo por si acaso. A lo mejor ésta es la última temporada
¿Cuál ha sido por tanto la motivación para esta novena temporada?
Cuando acabamos la anterior temporada, no teníamos claro que fuéramos a hacer más. Así que hemos decidido cerrar un círculo por si acaso. A lo mejor ésta es la última temporada y la gente se cansa de nosotros. Ya somos una serie veterana y es como una persona mayor: estamos sanos, pero mañana podemos dejar de estarlo. La gente se puede hartar.
Entonces hemos decidido que algunos personajes cumplan sus sueños y ver qué problema les provoca una situación supuestamente buena. Y luego, además, hemos ido incorporando nuevos personajes para cambiar circunstancias para tener nuevas sitcoms dentro de la propia serie. Y creo que hemos acertado con dos o tres situaciones nuevas.
Situaciones como la llegada de Luis Merlo…
Es una de ellas, sí. Pero incluso con personajes que teníamos, hemos redestribuido y van surgiendo cosas que nos han sorprendido. Tenemos la relación de Fermín y Vicente de consuegros, en plan extraña pareja bastante divertida, la vuelta de la hija transexual de los Recio, que provoca un cataclismo y lleva a Antonio Recio a una crisis existencial; tenemos la vuelta de Ernesto Sevilla… A lo tonto surgen cosas nuevas. Ha sido la temporada más fácil de escribir.
Le váis a maltratar un poco…
Lo divertido de alguien tan cabrón es putearle. Porque luego da mucha pena. A la gente le da pena y tu ves un montaje y te da pena. Tiene momentos tiernos de niño pequeño y cómo no le vas a putear.
¿De verdad que llegásteis a pensar que La que se avecina se acababa en su octava temporada?
Hay temporadas que estás más cansado y otras que menos. Nunca hemos querido que la serie entrara en decadencia. La temporada fue bien en audiencia, pero siempre teníamos el miedo de pasarnos. Que el público te dé la espalda no gusta.
Nunca hemos querido que la serie entrara en decadencia
¿Seréis vosotros los que le pongáis fin?
Nos gustaría. Me parece más respetuoso de cara a los seguidores. Prefiero que le dé más rabia que se acabe a que te digan que te pases de rosca. Hemos cumplido con todos los retos. Después de Cuéntame somos los más veteranos. ¡Y en una comedia! Es algo raro. Para pasar de una tercera temporada, no es fácil. Somos consciente de ello. Lo vivimos con agradecimiento, pero…
¿Trabajáis ya en nuevos proyectos?
Tenemos dos proyectos. Queremos sacarlos este año. Siempre vamos con cuidado, para no cagarla. Cagarla es doloroso y qué menos que hacerlo medio bien.
¿Las dos con Telecinco?
Sí. Tenemos un acuerdo en exclusiva con Telecinco.