Ya se sabe que a Alberto Chicote le gusta meter la mano en todos los rincones oscuros de las cocinas a las que acude para ver si realmente está todo tan limpio como aparenta. Esta vez, sin embargo, el cocinero de Pesadilla en la cocina no ha podido reprimir su asco ante lo que se estaba encontrando. 

El primer servicio del 'María la Portuguesa' en Pesadilla en la cocina era todo un desastre. Alberto Chicote veía cómo los clientes abandonaban el restaurante y se quejaban de la comida que se les estaba sirviendo.

Pero la gota que colmaba el vaso de Chicote era cuando el equipo de la cocina intentó servir a los comensales unas sardinas que estaban en mal estado. El fuerte olor de las mismas producía una reacción inesperada para los espectadores. "Estaban para llevarse a alguien al hospital", decía Chicote.