La parte más sacrificada y desconocida de 'Super Shore'
Hablamos con Óscar Vega, director de los 'Shore' españoles desde su lanzamiento en MTV.
5 diciembre, 2016 12:29A Super Shore hay que entenderlo. No es un programa hecho para todas las mentes. Algunos lo pueden ver como el mayor de los absurdos y otros ven en sus tramas una realidad oculta. Y es que los jóvenes Shore existen en la realidad aunque muchos lo quieran negar.
El año pasado, el género daba un nuevo giro con el primer crossover de dos ediciones. Se trata de la española Gandía con la mexicana Acapulco. Con pequeñas chispas desde Italia y Brasil, en MTV crearon la primera versión internacional del formato con sede en España. Y así es como nació Super Shore.
Casa domingo se emite en MTV una nueva entrega de la que ya es su segunda edición. Tramas más complicadas ya que los participantes se conocen mucho mejor. Saben sus debilidades, sus fortalezas y, lo más importante, se han podido ver cómo quedan en televisión y lo que dicen sus compañeros de ellos. Mucho más enseñados, se enfrentan a un nuevo verano de desenfreno.
Pero nada llegaría hasta nuestros ojos si no fuese por el equipo que cada año les acompaña en sus noches de borrachera, les apoya en sus días de resaca y les prepara los mejores planes para tener un verano inolvidable. Hablamos para que lo explique con Óscar Vega, director de todos los Shore españoles y de Supervivientes.
Segundo ‘Super’. ¿Cómo ves este año a los chicos?
La verdad es que muy bien. Todo muy precipitado para mí, pero va todo muy bien. Empezó a trabajarse ya en febrero para comenzar a buscar localizaciones, ver la casa, ver dónde nos querían. Y así hemos llegado hasta la Costa del Sol.
¿Qué tal os han adoptado en la Costa del Sol?
Muy bien. Las salidas que hemos hecho han ido fenomenal. Hemos estado hasta en las piscinas de Olivia Valere con todas las pititas de aquí de Marbella y ha ido todo fenomenal. Sorprendentemente bien, porque siempre vienes con algo de miedo. Creo que al final donde estamos nosotros y el público español no hay problema. El momento en que te vas a lo güira y al público extranjero hay más reticencias.
Todos los problemas que tuvisteis el año pasado a la hora de elegir destino es lo que os dará miedo…
Siempre te da miedo, pero no porque se vaya a armar. Para nosotros no se armó ninguna. Nosotros vimos el problema, nos fuimos y decididos ver otras localizaciones. Tienes que comerte la cabeza, pero salió una temporada bastante exitosa. O eso parece si estamos haciendo la segunda. Es un programa con el que te tienes que quitar los miedos porque estamos en la calle y te puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Tienes que estar muy despierto para que no haya problemas.
Las instituciones utilizan este programa como altavoz de ejercer una política determinada
El programa con las instituciones es que a veces utilizan este programa como altavoz de ejercer una política determinada. Pero yo prefiero no entrar en temas políticos.
¿Tanteasteis muchos destinos este año?
Tuvimos dudas el año por otras localizaciones de Andalucía pero creímos que esta era la que más se adecuaba a lo que necesitaba el show. Tenemos una temporada muy potente con cosas diferentes. Los personajes han ido creciendo y evolucionando y vamos a contar cosas diferentes. Cuando te pones a plantear las tramas te das cuenta de que los personajes y lo que les pasa cada vez es más importante. Hay gente ahí que sufre de verdad, que vive de verdad y que lo pasa mal. La localización lo que hace es vestirte. Que Karime no esté este año en el casting ha sido más difícil decidirlo que ver dónde nos íbamos. Hay personajes muy potentes en México y todavía hay personajes muy potentes en España.
¿Qué ha pasado con Karime?
Eso ha sido una decisión de ensalada. Pensamos que hay que meter personajes nuevos para que las tramas sigan surgiendo. Karime hacía un tándem maravilloso con Mane y con Potro, pero hay que ver cómo se defiende Mane sin Karime y qué hace Potro sin ella. Había que ver cómo mezclábamos y cómo tomábamos decisiones.
¿Tendremos visitas como el año pasado con Jawi?
Jawi entró el año pasado por un accidente, ojalá no pase este año. Se nos fue un personaje muy potente como Potro. Es verdad que pasó al final de temporada y eso revitalizó las tramas y eso hizo que algunos personajes pasasen a ser secundarios, como Karime. Es verdad que de los españoles tenemos a los más potentes de los que había. No podías prescindir de ninguno.
Endiosarles sería un infierno
Tenéis que hacer frente a este tipo de cambios en el día a día. Una baja o una resaca. ¿Cómo se lleva a nivel de producción este tipo de planes?
Es una locura. Siempre pensamos que no llegamos. Tenemos las furgonetas que tenemos y que un personaje se coja una borrachera y se quede dormido te lo cambia todo. No puedes dejar a los otros sin ir a trabajar porque encima la culpa es tuya y nosotros no podemos intervenir. Intentamos que no se nos vea porque si nos ponemos delante del show hacemos que la gente les convierta en famosos y les aparta. Nosotros vamos al baño y hacemos cola con el casting. Endiosarles sería un infierno. No podemos decirle al espectador que están por encima de ellos.
¿Cómo es ese proceso de búsqueda de casa?
Se empezó a buscar dos meses antes de iniciar las grabaciones y se eligió entre unas 50 casas. Las casas de Acapulco son enormes y es peor que tener una casa pequeña porque tienes muchos puntos de grabación y muchos sitios dónde irse. De hecho aquí quise acotar algunos puntos del jardín que me tienen mosqueado.
AquÍ los que mandan son los de contenido y los de producción son los que van detrás
¿Es más complicado producir ‘Super Shore’ o ‘Supervivientes’?
Supervivientes es un programa de producción y Super Shore es un programa de contenido. El grueso de de Supervivientes es la producción, son los que mandan y nosotros vamos a rebufo de ellos. Son los que nos dicen cuándo sale la barca, si sale la barca y qué condiciones hay. AquÍ los que mandan son los de contenido y los de producción son los que van detrás. Va todo al revés.
En Supervivientes te planteas un juego en la playa y, de pronto, ha subido la marea y se lleva la mitad del juego. Son ellos los que te marcan que no se puede hacer. Es cierto que al final es la producción la que tiene el poder porque son los que manejan el presupuesto, pero en este programa están muy a disposición de la dirección.
¿Cómo está siendo trabajar, por primera vez, con Bulldog y Magnolia a la vez?
Para mí es como trabajar con papá y mamá. Yo soy el punto de unión con ambas productoras.
Cuando entras en el control de ‘Super Shore’ recuerda a la serie ‘UnReal’. ¿Esa serie tiene tanto de real de lo que pasa en estos programas?
Tiene mucho de verdad. UnReal tiene que tener ficción al final. Nosotros somos así de neuróticos y de enfermos y nos lo tomamos así de mal. Yo no he tenido un rollo con uno de sus participantes, pero si lo hubiese sería así. Me gusta mucho el Shore porque es vivo. Yo tengo una comunicación con ellos aunque también hay que dejarles.
Para ellos esto ya es una tercera temporada. Ahora ya van muy libres, pero es verdad que en la primera temporada había que marcarles para que sepan andar entre cámaras. El primer año Ylenia empujaba a los cámaras. Era Ylenia y es así. Como personaje era brutal, pero tienes que enseñarles. Cada vez ellos tienen una mente mucho más Shore que yo.
Yo no voy a poner nada que a ellos les deje en evidencia
¿Descartáis muchas cosas en el montaje porque sabéis que hay una línea roja?
No. En la primera temporada de Gandía Shore emitimos casi todo. Yo no voy a poner nada que a ellos les deje en evidencia. Yo no tengo que poner cómo se baña una persona o si tiene una diarrea. Son cosas que van dentro de la intimidad. Respecto a tramas, todas las tramas son válida. Lo que pasa es que tiene que estar bien contada. A veces descartamos cosas porque no grabas algo que no era importante en ese momento y después no se lo puedes contar al espectador. Pero aquí no hay censura.
¿Vas montando el capítulo en tu cabeza según vas grabando?
Nosotros trabajamos a posteriori. Es una forma de trabajar que tengo y hay mucha gente que no entiende. En Gandía Shore llegué con la producción ya hecha. Me pusieron a dos personas para que editara el programa mientras grababa. Yo no podía hacer eso porque yo quería estar en la grabación. El equipo que graba es el que luego edita porque así sabes el material con el que cuentas. Es verdad que cuando grabo yo ya sé cómo acabará el primer capítulo y sé cuál es el punto final.
¿Y cómo consigues diferenciarte del año anterior?
Lo que te puede diferenciar son las actividades. La primera noche aquí no fue una noche de locura como la del año pasado. Pero hubo conversaciones muy interesantes y te quedabas pegado. Había muchas conversaciones pendientes. Es mucho más interesante que una noche de locura.
¿Cuántos guionistas tenéis?
Tres guionistas de grabación y luego hay dos coordinadores, uno de grabación que se encarga de enviar los informes, y otro de totales, que es el que cuenta la historia. Los narradores son ellos. Aquí no hay faldones ni voz en off. Tenemos que tener una comunicación brutal. Te levantas por la mañana y tienes 190 mensajes en whatsapp que te tienes que leer porque es donde cuentan todo lo que ha pasado.
¿A veces se te hacen poco 15 programas para contar todo lo que ha pasado?
Gandía Shore eran 13 episodios y al final fueron 16. Super Shore eran 15 de 42 minutos e hicieron 13 episodios de 52 minutos más un especial final de 90. MTV siempre te llama y te dice que no nos guardemos cosas. Pero después llegas al final y ves que te quedan muchos días por contar. Y es que es en los últimos días cuando te dan más contenido.
¿Ya están los chicos más aprendidos y han perdido esa frescura?
Depende del personaje. No vienen acostumbrados pero vienen habiéndose visto. Vienen con la idea de lo que quieren mostrar al espectador. Después ellos salen de aquí y tienen sus negocios, sus bolos y sus formas de ganar dinero. Ellos vienen con la idea de lo que quieren ser. Pero claro, son nueve personas que vienen con una idea distinta y a veces no es compatible. En el segundo día ya se les ha olvidado. Eso es que tienen sentimientos de verdad.
¿Te agobias cuando ves que has grabado dos días y casi no has generado contenido?
Si no genero contenido una mañana ya me pongo nervioso. Entonces me llama el jefe y me recuerda que eso decía en Gandía y al final hice 16 episodios. Estoy obsesionado siempre con el contenido y después siempre hay, pero hasta que no estás en sala y lo ves no dejas de estar nervioso. Ojalá me tocase a mí un Pasapalabra, pero después no lo aguantaría.
Todo los que hacemos esto y Supervivientes adoramos el reality y este en concreto
¿Qué es lo que más te gusta del estrés de los ‘Shore’?
Que está vivo. Todo los que hacemos esto y Supervivientes adoramos el reality y este en concreto. Aquí cada persona en un garito es una variable. Es lo que me gusta del reality.
¿Fastidia que sea un programa que tenga esa mala imagen cuando muestra lo mejor a nivel visual de una ciudad?
Lo entiendo. Hay que pensar en el punto de vista de las otras personas. No entiendo cosas como que en Gandía Shore nunca se vio a nadie haciendo botellón. En Ibiza nunca se hubiese visto a nadie drogándose porque estos chicos no se drogan. Yo puedo mirar para otro lado, pero la realidad es la que es. Nosotros mostramos la parte más bonita de la fiesta. Se emborrachan, pero como todos. ¿Nadie se ha bañado en pelotas en la playa? Pues que lo hagan. La gente dice que el turismo que atraemos no es el turismo que ellos quieren. Pues que no sigan haciendo festivales en la playa porque es peor que esto.