La Ley Audiovisual de 2010 obliga a las empresas que prestan el servicio de comunicación audiovisual en España a dedicar el 5% de sus ingresos de explotación a financiar obras europeas (el 6% en el caso de las cadenas públicas).
Una obligación de la que es consciente Netflix, el gigante estadounidense de vídeo bajo demanda. Por ello, la compañía ha elegido Holanda para establecer su sede europea y así estar exenta de este pago.
La compañía ha establecido su sede en Holanda y así estar exenta de este pago
Es lo mismo que ocurre en Francia. Allí, la ley obliga a las operadoras a ofrecer en su catálogo un 60% de contenidos europeos y 40% de contenidos franceses, así como asegurarse de que el 12% de sus ingresos vengan de su programación francesa.
Sin embargo, la compañía ha evitado estos impuestos estableciendo su sede en Luxemburgo y ahora en Holanda. Una estrategia que generó protestas por parte de sus rivales.
No obstante, para evitar las críticas, Netflix anunció que rodará y distribuirá Marseille, una serie que se desarrolla en Marsella con el espíritu de la celebrada House of Cards.
Una maniobra que, sin embargo, no ha sido utilzada en nuestro país. Y es que, de momento, el gigante norteamericano no ha anunciado la producción de ninguna ficción en España.
La televisión salva el cine
Según informó la CNMC en abril de este año, los operadores de televisión dedicaron 183,5 millones de euros a la financiación de obras audiovisuales europeas durante 2012, por lo que superaron en un 15% el mínimo legal.
Mediaset España fue la compañía que más dinero dedicó a financiar obras audiovisuales con 50.212.368 euros; seguida de RTVE, con 43.854.378 euros; y Atresmedia con 42.432.590 euros.
Por otra parte, cuatro fueron empresas que incumplieron con la obligación de financiar películas y series europeas durante el ejercicio 2012: DTS (Canal +), France Telecom (Orange), Chello Multicanal y 13 TV.