Aunque el Festival de Eurovisión es para muchos un programa de televisión que se emite un sábado por la noche, el certamen musical es una reunión de paises en una misma ciudad que se vuelca con la organización. Durante casi dos semanas, la ciudad encargada de organizar el Festival cambia de arriba a abajo y centra todos sus esfuerzos en contentar a los turistas y profesionales que se desplazan hasta allí sólo para vivir este espectáculo.
Alrededor del estadio que todo el mundo ve por la televisión se concentran profesionales llegados desde todas las partes del mundo. Son días de convivencia en los que las delegaciones y la prensa se instalan bajo un mismo techo con sus homólogos de otros países.
En medio de Viena, el estadio Wiener Stadthalle ha ampliado su estructora para dar cabida a los cientos de periodistas que se desplazan hasta la ciudad estos días. Nada más llegar, y después de pasar un control de seguridad, docenas de voluntarios reciben a las visitas. Cada periodista tiene su propio casillero, en los que el resto de delegaciones van dejando el material promocional de su representante para que el resto de países (los que realmente votarán por ellos) le conozcan.
Alrededor, el centro está adornado con las fotografías de todos los ganadores de Eurovisión. Este año se celebra el 60 aniversario de Eurovisión y el festival tiene mucho que celebrar.
El centro de prensa
Una vez pasada esta primera instancia, los profesionales se encuentran con una gran sala de prensa en la que cientos de ordenadores ocupan las mesas que llenan la sala. En cada pared, grandes pantallas en las que proyectan los ensayos, las semifinal y por la que se verá la gran final del próximo sábado. Todos los días, desde varios días antes de conocer al ganador, Eurovisión genera una gran cantidad de contenidos que son cubiertos por los hasta allí desplazados.
Edurne llegó a Viena el pasado sábado. Su trabajo en Viena no se reserva hasta el día de la gala final. Su primer día de ensayos fue el domingo, con media hora para cada país sobre el escenario. El tiempo, cronometrado por un gran reloj. Su segundo ensayo será este miércoles, con 20 minutos de duración.
La sala de prensa
Tras cada ensayo, los representantes de cada país van pasando por la sala de prensa para responder a las preguntas de los periodistas. Es un paso obligatorio por el que tienen que pasar todos los cantantes, enfrentándose a las preguntas de muchos países europeos o llegados incluso desde Argentina y China.
La rueda de prensa también se celebra tras cada semifinal, con los ganadores de la misma y los que pasan a la gran final. En esta rueda de prensa también se decide si los finalistas actuarán en la primera o en la segunda parte de la gala final. La rueda de prensa que cierra el Festival de Eurovisión se celebra después de la gran gala final, con el ganador del certamen como único invitado.
Las votaciones de la prensa
No sólo existen las votaciones en las webs de apuestas en internet que tantos rumores hacen llegar a los medios. En la sala de prensa hay una encuesta muy particular. Tras ver los ensayos, los periodistas van votando a lo largo de la semana por las mejores actuaciones según su propio criterio. Al final, de esta encuesta suele salir un resultado muy parecido al que finalmente termina ocurriendo.
El pasado año, Conchita Wurst no era la favorita para ganar Eurovisión antes de su llegada a Copenhague. Sin embargo, tras sus primeros ensayos en Dinamarca, los periodistas la colocaron como la vencedora en estas votaciones. Finalmente, las austriaca terminó llevándose el triunfo a casa. Este año, la prensa coloca a Estonia en primera posición.
El Euroclub
Además, durante toda la semana, el representante tiene que hacer acto de presencia en varias fiestas y lugares de referencia eurovisiva para después ocupar titulares. El pasado domingo, tras los ensayos, Edurne se dejó caer por el Euroclub, un lugar preparado cada año por y para los seguidores de Eurovisión en que el que dar rienda suelta a la diversión que ofrece este Festival. Después, la representante española paseaba por la Welcome Party que organizaba la ciudad.
El Euroclub sirve para que algunos países muestren premien a sus compatriotas que han tenido que migrar a otra parte del mundo. Este lunes, por ejemplo, Israel organizó un encuentro nocturno en el euroclub en el que, además de contar con la presencia de su representante, invitó a otros países como Malta. Además de su música, Israel llevó a Viena un pedazo de su gastronomía.
Los eurofans
El lunes, el trabajo de Edurne estaba al lado de los eurofans. En el ya tradicional encuentro con los seguidores de su país, Edurne se dio un baño de masas con los fans españoles del certamen. Algunos de ellos se atrevieron a hacer un Flashmob bajo las órdenes de Giuseppe di Bella, su bailarín, y Miryam Benedited, su coreógrafa.
Eurovisión Village
Este miércoles, tras los ensayos, Edurne ofrecerá un concierto en el Eurovision Village. En el centro de la ciudad, un gran escenario por el que los representantes de los distintos países van pasando y ofrecen un pequeño concierto a los ciudadanos de la ciudad anfitriona. Alrededor, muchos países aprovechan la ocasión y abren puestos de comida en los que mostrar las cualidades de su cultura. Toda una feria de turismo que al final de cada jornada se transforma en un marco excepcional para vender un país de puertas para fuera.
La ciudad
Los jardines, los taxis, los museos, los restaurantes... Viena se ha vestido de gala eurovisiva esta semana para acoger un festival que a final de año le habrá aportado a sus arcas una gran suma de dinero. Este año, el Fesival le costará a la televisión pública austriaca y al Ayuntamiento de Viena un total de 21 millones de euros. Según un estudio del Institute Advanced Studies de Viena, la 60 edición del Festival de Eurovisión traerá consigo unos ingresos de 38 millones de euros, 28 de los cuáles irán a parar a Viena. Una inversión por la que muchos países luchan cada año.
Después de casi dos semanas de trabajo, todo terminará el próximo sábado con la proclamación de un nuevo ganador en el mundo de la música y de un país vencedor en el sector del turismo.