En un año, el que pasa entre el capítulo 399 y el 400 de Seis hermanas, las vidas de las hermanas Silva han sufrido grandes cambios. Diana tiene tres hijos a su cargo: el suyo, el de la fallecida Adela y el de Francisca, convertida en cantante de éxito internacional. Celia regresa de Argentina con Aurora. Así arranca el capítulo que será emitido este miércoles 14 de diciembre.
Elisa vuelve a casa harta de la vida de provincias, y Blanca ha obtenido la nulidad matrimonial y aspira a recuperar el amor de Cristóbal. El mundo sigue revolucionado: continúa la Gran Guerra, mientras España atraviesa cambios políticos, económicos y sociales.
‘Un año es mucho tiempo’
Tras el abandono de Rodolfo a Blanca, la Silva ha vuelto a la casa familiar con sus hermanas y ha conseguido de Rodolfo la nulidad matrimonial. Además, continúa su labor encomendada por la reina de crear un grupo de Damas Enfermeras. Mientras, Rodolfo ha tenido un hijo con la Cachetera, su vida política cae en picado y todos le dan la espalda.
Cristóbal se ha recuperado de la grave herida que le causo Marina y ha continuado sus investigaciones en torno al radio y sus peligros, un tema en el que se convertirá en un pionero. Marina, que ha pasado un año en un manicomio, sale recuperada y rica tras cobrar una herencia. Celia y Aurora han vivido este último año en Argentina donde han podido vivir libremente su amor, Celia trabajando como escritora y periodista y Aurora como jefa de enfermeras del Hospital de Inmigrantes, donde, expuesta a toda clase de enfermedades, ha contraído una grave afección que obliga a su ingreso en el hospital de Cristóbal.
Antes de huir de España, Ricardo vendió a Salvador y Diana sus acciones de la fábrica, lo que les convirtió en propietarios absolutos de Tejidos Silva. En el transcurso de este año, Diana ha dado a luz a una niña y ella y Salvador se han hecho cargo de los hijos de sus hermanas, la fallecida Adela y Francisca, convertida en una cantante de ópera de fama internacional que viaja por todo el mundo.
Elisa se casó con Ciro y se trasladó a Valladolid a trabajar en la tienda de ultramarinos de la familia. Un año después vuelven a la capital. Elisa echa de menos la vida en la capital y además es incapaz de entenderse con su suegra. En cuanto a don Ricardo, nadie ha vuelto a saber nada de él.
Una vez descubierto el fraude de Soledad y su verdadera identidad, la falsa hermana Silva ha pasado un año en la cárcel. Gabriel ha seguido viéndola, y prepara una sorpresa para familia y amigos en la cena de Nochebuena.