Una broma de Meritxell podría haber salido muy cara a Rodrigo. Después de pasar por el confesionario, la catalana propinó al madrileño un buen empujón que acabó con este cayendo al suelo de boca.
Meritxell empujó al chico de Bea contra el suelo después de que este le echara en cara a la estudiante tener la casa sucia y desordenada, con todas sus pertenencias desordenadas por la vivienda de Guadalix de la Sierra.
Rodrigo acabó cayendo en una colchoneta en la que Bea se encontraba durmiendo placidamente, recuperándose del estado gripal que Meritxell pegó a toda la casa.
Esta no es la primera gracia de Meritxell que indigna a los seguidores del formato. Esta misma semana, la catalana y finalista de Gran Hermano 17 no ha dudado en restregar una ristra de pañuelos usados por la almohada de Miguel.