Miércoles 17 de agosto. Todas las portadas de las revistas del corazón cuentan con presencia de presentadores o colaboradores de Telecinco. Lecturas cuenta en su portada con Steisy, de MYHYV y Supervivientes; Semana, con Chelo García Cortés; Diez Minutos, con Kiko Matamoros y Makoke; LOVE, con Ana Rosa Quintana, y ¡Hola!, con Alba Carrillo.
Lo que puede parecer una casualidad es, sin embargo, la tónica general en la prensa rosa desde hace ya algún tiempo. Concretamente desde que Telecinco decidió crear su propio universo de personajes.
Hasta entonces, los distintos programas de corazón peleaban entre sí por sentar en su plató al famoso de turno a golpe de talonario. Sólo hay que recordar la expectación que creaban en su día programas como Tómbola, Salsa Rosa o DEC cuando conseguían cerrar la presencia del personaje del momento.
Sara Montiel, Carmen Martínez Bordiú, Chabeli Iglesias, Belén Esteban, Antonia Dell’ate o Alessando Lecquio fueron sólo algunos de aquellos personajes que engrosaron sus cuentas gracias a estos programas. El conde italiano, por ejemplo, llegó a recibir 42.000 euros por ser entrevistado en Tómbola, lo que provocó las críticas de PSOE y PP al tratarse de un programa de la televisión pública.
Sin embargo, la prensa del corazón es bien diferente desde que el propio mundo del corazón modificó su modus operandi en televisión. Los clásicos ya no interesan tanto como antes y las revistas se han abierto a un nuevo género de personajes surgidos de los realities y de otros espacios de entretenimiento.
Gran Hermano ya marcó un antes y un después dentro del género
Gran Hermano ya marcó un antes y un después dentro del género. De la noche a la mañana, un grupo de personas anónimas entraban en una casa para ser observados por una docena de cámaras las 24 horas del día. A partir de aquel momento, la vida y obra de aquellas personas comenzaron a interesar y comenzaron a colapsar cualquier portada de la prensa rosa que tuviese la oportunidad de conocer algo sobre los concursantes.
Así es como comenzó el giro de timón de la prensa rosa, que vieron cómo los lectores ya no querían ver tantas casas y mansiones rococós con jarrones de porcelana en los pasillos. Los lectores querían ver carnaza. Y Telecinco se la sirvió en bandeja.
Tras la desaparición de espacios como Tómbola o DEC en la competencia, Telecinco se quedó con la licencia del mundo del corazón. Si alguien no se paseaba por los pasillos de Mediaset España no era famoso. Si alguien no participaba en un programa de Telecinco casi ni existía para el resto de la humanidad. La cadena marcaba el ritmo y las revistas se tuvieron que rendir a sus pies.
Pero dentro de Telecinco también ha cambiado el tratamiento del género y las revistas se han ido adaptando. Sálvame pasó de ser un lugar en el que famosos iban a contar su vida y sus miserias a ser un creador de personajes. Y así es como los propios colaboradores se convirtieron en los protagonistas de la historia, produciendo contenido sin tener que pagar exageradas cantidades de dinero a famosos que antes vivían de sus paseos ocasionales por la televisión.
A partir de aquel momento, el universo Telecinco comenzó a colapsar las portadas de las revistas. Ambos mundos comparten público objetivo, lo que les hizo aliarse para hacerse más fuertes. Y es que si el personaje no es digno de aparecer en Telecinco, no vende.
Personajes de fácil creación
Hasta hace unos días, pocos conocían a Jordi Martín, el paparazzi que mantiene una guerra abierta con Luis Rollán. De la noche a la mañana, el fotógrafo ya se ha hecho varios Sálvame Deluxe e incluso ha participado en Hable con ellas. De la noche a la mañana, un nuevo personaje que estrujar.
Carlos Lozano era un presentador olvidado en Perú que ha vuelto a encontrar la fama en Telecinco después de su paso por GH VIP. La vida del presentador de pronto se convertía en interesante y todo lo que le rodeaba era digno de aparecer en la portada de una revista del corazón. Telecinco, de nuevo, girando el timón.
Arranca septiembre y programas como Gran hermano están a la vuelta de la esquina. Las revistas del corazón se frotan las manos con la llegada de nuevos personajes de los que hablar como si de la vuelta al cole se tratara. Una nueva clase y un nuevo alumnado al que sacar todo su jugo. Hasta que lleguen los siguientes.