Había una vez, como inician los cuentos tradicionales, en la que Telecinco mimaba a su parrilla televisiva y no obligaba a sus espectadores a devorar 3 prime time a la semana protagonizados por su reality show estrella por mucha audiencia que este le reportara.
La tendencia actual llegó con GH VIP 3. Belén Esteban y su fenómeno proporcionaron a la cadena principal de Mediaset España una gallina de los huevos de oro en forma de increíbles datos de share que esta no estaba dispuesta a convertir en un buen caldo de pollo. Es por ello por lo que explotó ese fenómeno hasta el extremo.
De Gran Hermano VIP 3 se derivaron 3 programas satélite: GH VIP 3: el DBT y GH VIP 3: Límite 48 horas, dedicados a analizar la "última hora" del reality show en forma de tertulias.
Todos ellos ocuparon un prime time a la semana y lideraron de manera holgada tanto en el horario de máxima audiencia como en el late night: Telecinco volvió a resucitar su a su killer format, es decir, un formato que debido al interés suscitado por los espectadores acaba articulando el grueso de la parrilla de la cadena en la que se emite.
GH VIP 3 hizo posible una concepción circular y retroalimentada del consumo televisivo, facilitando la fidelización de la audiencia a través de una gran econocía de contenido y extendiendo el éxito de un espacio concreto a toda su oferta mediante relaciones sinérgicas. ¿El problema? Que todo tiene un fin.
Pese que este modelo de 3 prime time a la semana volvió a servir a la cadena para GH 16, la vigente edición del formato de telerrealidad no ha contado con esa suerte y sus datos se han resentido en todas y cada una de sus galas en prime time respecto a la pasada temporada.
Baja audiencia y falta de contenido
Sin duda, el imperdonable problema de Gran Hermano 17 ha sido programar, hasta el fin de su Límite 48 horas tras 7 emisiones, 3 espacios diarios de más de 4 horas dedicados a seguir las vidas de los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra.
En una edición repleta de conflicto en sus inicios, pese a la banalidad y lo repetitivo de estos, GH 17 ha quedado en evidencia ante el público demostrando que no tiene contenido ni tramas suficientes para poder vender al espectador 12 horas del reality show emitido en horario de máxima audiencia. Así lo destacan las audiencias.
Gran Hermano 17 ha conseguido liderar 8 de sus, hasta el momento, 15 galas en directo, mientras que GH 16 lo hizo en 14 de sus 17 programas. Consecuentemente, los datos de su debate y Límite 48 horas han caído a datos preocupantes. ¿Es el momento para que Telecinco opte por devolver el DBT al late night?
Sin duda, sí. El espacio presentado por Jordi González durante la noche dominical ha cosechado una audiencia media del 14,1% de share y cerca de 1,6 millones de espectadores. Pese a que el dato sigue siendo positivo para la cadena si tenemos en cuenta la media cosechada en septiembre, octubre, noviembre y diciembre por Telecinco, los datos de la tertulia pierde 2 puntos y 600.000 espectadores respecto a GH 17: el DBT.
Además, el programa satélite solo ha conseguido liderar 3 de sus 15 emisiones, mientras que la temporada anterior logró derrotar a la competencia directa en 14 de sus 17 galas emitidas en riguroso directo.
El debate crece e hincha sus datos en el late night, el hábitat natural y original del programa hasta que Telecinco decidiera programar la tertulia dominical en el horario estelar del domingo durante la decimoquinta edición del reality show.
Lejos quedan ya las inmejorables cuotas de pantalla que el DBT consiguiera en el pasado, un tiempo lejano donde los vídeos de más impacto de los concursantes no llevaban días pululando por las redes por culpa del canal en directo que ofrece Mitele y dos horas de tertulia quedaban cortas para un programa que era la única fuente de información ampliada para los seguidores del formato.