Era una noche complicada para Gran Hermano. Este jueves tenían por delante una gala con muy poco morbo y con una clara favorita a hacerse con el triunfo que hacía poco interesante el contenido de la final. Los pronósticos se iban cumpliento a la perfección desde el principio y el guión de la gala no ayudaba mucho.
Mientras el resto de ediciones siempre han jugado con la espectacularidad y el show a lo grande, este GH 17 se hacía pequeñito y jugaba con el sentimiento más que por el espectáculo: familiares, visitas y vídeos de sus momentos más nostálgicos dentro de la casa. Una gala que pecaba de aburrida en sus primeras horas a pesar de lo bien aprendido que se tienen lo de generar show.
A Gran Hermano siempre le ha gustado los fuegos artificiales y hay que admitir que la escenografía que anunciaba al ganador de la edición daba un plano espectacular. Quizá era una de las imágenes más bonitas que se recuerdan en los últimos años de Gran Hermano. El problema es que la forma era mucho más bonita que el contenido de la gala.
No sé cuántos vídeos de resumen de su paso por la casa pudimos ver. Todos magistralmente montados, como ya estamos acostumbrados en Gran Hermano. Pero una gala con muy poca chicha que vender. Los minutos se hacían intermiables y uno ya solo deseaba conocer el nombre del ganador.
Los minutos se hacían intermiables y uno ya solo deseaba conocer el nombre del ganador
Gran Hermano también es polémica. De hecho, esta edición ha sido una de las más violentas que se recuerdan en toda la historia del reality. Y, sin embargo, las broncas y las peleas han sido casi eliminadas de todo el curriculum de este año para dejar una gala ñoña y entre algodones que terminó aburriendo al personal. El contenido interesante no llegó hasta la madrugada gracias a Adara y a Clara.
A pesar de ser una gran final, por allí no se paseó una de las protagonistas de la temporada: Bárbara. La concursante ha dejado claro su malestar con el programa y más concretamente con Jorge Javier Vázquez. El presentador tampoco quiso percatarse de su no presencia, lo que dejó cojo el espectáculo de la gala otra vez.
La final fue una conversación de más de tres horas entre Jorge Javier Vázquez y los finalistas. Al principio hacía gracia. Al final terminaba aburriendo. El presentador habló excesivamente poco con los ex concursantes que estaban en plató, lo que provocó una final monótona que poco o nada jugó con los espectadores. Un ritmo que sólo se rompió en la media hora final con las grandes broncas entre algunos ex concursantes.
La escena más emotiva de la gala la protagonizó Bea al despedirse de la casa
Quizá la escena más emocionante del programa fue la que vivió Bea, flamante ganadora de la edición, cuando se despidió de la que ha sido su casa en los últimos 105 días y de El Súper, esa voz que acompaña a los concursantes por su paso por el programa. Una escena que reúne las cualidades de un verdadero Gran Hermano, la unión que se crea entre el participante y la casa, el personaje más importante del programa.
Las lecciones de Jorge Javier
Hubo que esperar a la 1 de la mañana para que la gala se animase. Y nada tuvo que ver con los finalistas del programa. Una bronca entre Jorge Javier y Clara fue el mejor momento de la final de GH 17. El presentador se enfrentó a la concursante después de asegurar que algunos compañeros la tenían miedo. Terminaba dando lecciones a sus pupilos y asegurando: "uno de los grandes fallos de este GH 17 es que no os habéis escuchado. No habéis sido empáticos". El presentador reclamaba su protagonismo.
Después llegaría el momento de Adara. La gran estrella de la edición y las que más posibilidades tiene de sobrevivir en la televisión se enfrentó directamente a Bea, la ganadora. Provocó gritos del público y se lió la gorda. Apenas quedaban 15 minutos de gala y GH 17 estaba en su mejor momento. Jorge Javier frenaba la pelea bromeando sobre su obra de teatro.
Al final GH 17 cierra escenificando a la perfección lo que ha sido la edición al completo: un año con mucha forma y poco contenido. Un año repleto de broncas. Un año con poca chicha y mucho potencial que se ha ido quedando por el camino. Un Jorge Javier Vázquez que se ha ido haciendo con el programa, que ha tomado las riendas del mismo pero que no termina de encajar con el formato. Un Jorge Javier que a veces peca de soberbio en sus alegatos y que no ha defendido lo suficiente a sus concursantes. Que le gusta demasiado ser el protagonista.
"Me ha encantado ser parte de GH 17. No me lo habeís puesto nada fácil. Me encantaría seguir. Ojalá me lo permitáis", dijo Jorge Javier para despedirse del programa.