- Que las Campos se van a hacer un Kardashian.
- ¿Un qué?
- Un reality sobre su vida.
Así empezó todo esto. Uno de los clanes más conocidos de la televisión mostrarían cómo es su día a día con una cámara pegada a su trasero. Madre e hija, María Teresa Campos y Terelu, se atrevían a dar el paso que muchos pedían a gritos: que entrasen en un reality y las enseñasen tal cual son. Y algo de eso hemos visto en Las Campos.
Es de buen vecino ser agradecido, y hay que valorar que aterrice en este verano tan aburrido un programa de televisión que nos vuelve a poner delante del televisor. Y es que, aunque estrenarlo en agosto muestra y demuestra que Las Campos sólo es una prueba para ver si el público acepta este programa, hay que tener en cuenta el gesto que ha tenido Telecinco con los amantes de la pequeña pantalla. Yo ya estaba a punto de coger de la estantería Cincuenta sombras de Grey para echarle una ojeada.
Las Campos es el reality de Terelu y de sus kilos de más. Todo lo demás es secundario, incluso María Teresa. ¿Interesa? Sí. ¿Funciona? También. Gracias al montaje que acompaña al programa, cada escena del programa se convierte en un sketch de Terelu Campos al mismísimo estilo del celebrities de Muchachada Nui. Y es que la hija, acostumbrada a ser la secundaria en los programas de su madre, se ha comido (sin chistes) a María Teresa, mostrándose mucho más natural y dándole al público lo que siempre han querido esconder.
Para ser ordenados, el arranque del programa convierte Las Campos en un programa de culto que difícilmente se borrará de nuestras memorias. Un comienzo de detalles que recuerda a lo que ya vimos de La fábrica de la tele en Viajando con chester. Más parecido a un Salvados que a un Sálvame. Y es que en la variedad está el éxito. Un cuidado exquisito de la música que acompaña cada escena que demuestra que esto no es un programa pensado y hecho de un día para otro.
La mejor baza del programa es la casa de María Teresa, otro personaje del programa. Sus rincones rococós y el uso que hacen del servicio y de las asistentas para mover cualquier parte de su cuerpo es lo más atractivo de este formato. Un universo que explorar y que explotar.
Las Campos se estrenan con éxito de audienciaMaría, la asistenta de Las Campos que triunfa en redesEl cabreo de María Teresa con Antonio Rossi: "Te tapaba la boca" |
No todo es perfecto en Las Campos, comenzando por el debate previo presentado por Carlota Corredera. Se ha alargado tanto que agradecido estoy de que me hayan permitido ponerme a planchar mientras lo tenía puesto de fondo. Un error que comete con demasiada fluidez la televisión, haciendo spoiler de su propio contenido sin tanto cuidado como el programa en sí.
Mujeres curtidas bajo la luz de los focos que saben cuándo dar espectáculo
El error más garrafal del programa ha sido dejar a las protagonistas hablar a las cámaras mientras son grabadas en su día a día, rompiendo por completo con la sensación de que estamos viendo a las verdaderas Campos sin artificios ni portadas de ¡Hola! de por medio. Si bien demuestra que tanto María Teresa como Terelu son mujeres curtidas bajo la luz de los focos y que saben cuándo deben dar espectáculo.
Medias verdades es lo que también le pedimos a Las Campos
Las Campos es un gran universo para los amantes del GIF. Un campo de minas para el mundo del vídeo corto. Y es que en los pequeños detalles está el alma de este programa. Terelu hablando con Siri. Terelu diciendo que ella se sacrifica por la imagen pública. "De no hacerlo, sería una bola de billar". Arte contemporáneo.
¿Terelu simpática con el público? ¿Terelu pidiendo por favor algo a su asistenta? Ja. La gran mentira de las Campos que queda en evidencia cuando se les pone una cámara delante. Pero ese ambiente elitista, de egos, de mentiras, de sonrisas falsas y de medias verdades es lo que también le pedimos a Las Campos. Nadie se las cree, pero las queremos como son.
Otro fallo que comete el programa es cómo se muestra el trabajo en televisión de ambas presentadoras. Si bien amamos cómo se llevan sus tupper al trabajo o cómo se preparan su entrada al mundo de la fama, ver los recovecos de Telecinco es algo que ya vemos cada día en Sálvame. Tanto, que ha habido un momento que el programa perdía su esencia por el camino para convertirse en un Sálvame más.
Como formato, Las Campos es un acierto que redescubre un género poco hecho en España y poco visto en la televisión en abierto. Si bien no hay que olvidar formatos como Alaska y Mario, Las Campos es un programa con un tono mucho más kitsch dentro del lujo, más pretenciosa dentro de la naturalidad y más cursi dentro del eterno género noventero que triunfa en Telecinco. Esto no es un documental sobre las Campos. Que no lo conviertan en eso. Queremos chicha, de esa que le gusta a Terelu. De esa que nos gusta a nosotros. Quien quiera ver Mad Men, que se vaya a ver Mad Men. Las Campos cumple con lo prometido.