“Estéticamente, Paquita Salas es muy Terelu, Mila Ximénez, Lydia Lozano... De hecho, al peluquero fuimos con una foto de Terelu, en plan: 'Queremos esto. Queremos esta mecha'”, decía Brays Efe a este portal durante la presentación de la serie de Flooxer.
Un parecido que no sólo se queda en lo estético en la segunda temporada de Las Campos. Para el gozo de muchos, Terelu Campos ha mutado definitivamente en Paquita Salas. Y es que, si ya en la primera temporada Terelu nos regaló un sinfín de frases para la posteridad, aquí no ha sido para menos.
Pero la semejanza es algo más que un 'yo también he sido delgada'. Terelu es Paquita comiendo. Terelu es Paquita mirando a cámara y sentenciando sobre sus problemas con la comida. Terelu es Paquita cuando se siente como una extraña al subir a un autobús. Terelu es Paquita cuando se acerca al mercado a comprar. Terelu es gif tras gif. Ya se comió a su madre y ahora sigue engordando su personaje.
Y es precisamente ahí donde gana el reality en esta segunda temporada. María Teresa y Terelu iniciaron este proyecto con temor a la imagen que iban a proyectar. Algo que, al menos a Teresa, le llevó a mostrarse más impostada.
Sin embargo, una vez vista la reacción del público y la prensa, madre e hija han perdido el miedo y se muestran cada vez más naturales, más cómicas. Ojo lo que le suelta Terelu a su madre como si hubiera sido poseída por Fernando Fernán Gómez.
No obstante, la gran revelación de esta nueva temporada es Carmen Borrego, quién se convierte en la tercera protagonista del reality por méritos propios. La directora, con menos miedo a que su imagen se vea perjudicada, se muestra de lo más campechana y directa. Tanto que no tiene problemas en mostrar lo que verdaderamente siente hacia Bigote Arrocet.
Especial mención merece la música elegida para ciertas escenas no sin cierta mala leche. Sólo un dato: Hacia Belén va una burra.
El resultado esta noche a partir de las 22:00 horas en Telecinco.