La historia de amor de Anne Igartiburu y las 12 campanadas en la Puerta del Sol comenzó en el año 2005. Entonces, y junto a Ramón García (con el que volverá este año, capa incluida) debutó como presentadora de las uvas dejando a media España boquiabierta (y no es una forma de hablar, el 49,2%) porque su vestido de encaje y transparencias dejaba a la vista su ropa interior. Suerte que por entonces no había Twitter…
Puede que por el revuelo del año anterior, en 2006 decidiera elegir un vestido rojo de pedrería que le conseguía un aprobado raspado. Ni en maquillaje ni en peluquería se volcaron con la imagen de la presentadora que, de nuevo junto a Ramón García, daba la bienvenida al año nuevo en TVE ante 7.592.000 de espectadores (56,6%).
Para entrar en el 2008, Anne se olvidó de su primer traspiés estilístico y se arriesgó como nunca en el momento menos oportuno con un vestido dorado muy atrevido con aberturas tipo trikini. La audiencia de este modelito fue de un 47,3%, más de 6.838.000 espectadores.
En la Navidad 2008-2009, junto a Carlos Sobera, Igartiburu apareció con un diseño de aires muy españoles. Al estilo Julio Romero de Torres, repitiendo con el rojo y un vestido-corsé, mantón de manila y peinado de ondas al agua, la presentadora acompañó a 7.162.000 de españoles (49,0%) en los 12 segundos más emocionantes del año.
Para inaugurar 2010, Anne Igartiburu comenzó una nueva tradición que no se ha roto desde entonces. El modisto Lorenzo Caprile y la presentadora (y el color rojo) forman un equipo que ha conseguido llenar de glamour las campanadas de TVE. Aquel año, su compañero de brindis fue Manuel Bandera y les vieron 7.247.000 de españoles (50,8%).
Pero si un año marcó la diferencia en el estilo de la mujer de rojo fue el 2010-2011, en el que presentó junto a José Mota ante una audiencia de 8.645.000 de espectadores (56,2%). Caprile comienza a vestir a Anne como a una auténtica estrella de Hollywood con un diseño asimétrico que marcaba sus curvas.
Para comenzar el 2012, repitiendo junto a Mota, Igartiburu continuó con el rojo, el siempre presente brilli brilli y esta vez optó por destacar sus hombreras y un profundo escote en V para los 7.209-000 de espectadores que les siguieron (48,8%).
Las campanadas de 2012 a 2013 tuvieron como protagonista mediático al tupé del actor Imanol Arias. Sin embargo, Anne Igartiburu lució un precioso diseño drapeado, con lentejuelas que dejaba sus hombros al aire. La audiencia de aquel año fue de 6.696.000 de españoles (46,5%).
Para las pasadas campanadas, Caprile e Igartiburu cambiaron la tónica de los años anteriores y se decantaron por un diseño en seda con corpiño de encaje. TVE consiguió reunir a 6.095.000 de personas (42,7%) con la cara más reconocible de final de año y los dos miembros masculinos del jurado de MasterChef, Pepe y Jordi.
Bluper ha entrevistado al modisto de las Campanadas de TVE, Lorenzo Caprile, para conocer de primera mano cómo se diseña el vestido más visto del año.
¿Por qué siempre de rojo?
No puede ser de otro modo, es el color de la Navidad y de la suerte. Esa noche ya se sabe que hay que llevar ropa interior roja. Yo siempre lo hago.
¿Cómo ha sido la evolución del estilo de Anne Igartiburu desde que la vistes para este evento en 2009?
Realmente son diseños muy atemporales, lo importante es que Anne esté guapísima. Tiene que ser un diseño lo suficientemente atemporal, neutro y políticamente correcto como para que guste a la inmensa mayoría de los millones de españoles que la van a ver en directo desde la Puerta del Sol.
Es muy Hollywood…
Exactamente.
¿Habrá algún cambio este año?
No, seguiremos en la misma línea.
¿De qué manera notas la promoción que supone vestir a Anne el 31 de diciembre?
En realidad no cambia nada en mi taller, lo que sí genera es imagen de marca y la ilusión de verla vestida un año más ante millones de espectadores. Pero no me genera unos beneficios que cambien el rumbo de la empresa ni mucho menos. Es un punto de magia, un intangible que se suma a la marca.
De todos los que has diseñado para las Campanadas, ¿hay alguno especial?
Todos me encantan, y con Anne siempre es facilísimo, pero mi preferido sería el de 2012. Era drapeado, de terciopelo con lentejuelas y el hombro al aire… Le tengo especial cariño porque fue el último traje que cosió una oficiala maravillosa que se jubilaba ese año, ella ha sido como un hada madrina, mi segunda madre.
¿Suele Anne darte indicaciones u opiniones sobre el diseño?
Es un trabajo en equipo lo que hacemos. Anne tiene que estar cómoda y siempre llegamos a un acuerdo proponiéndole cosas. Además, la decisión más difícil que es el color ya está tomada así que… Si te fijas, en la mayoría de ellos, en lo que más incidimos es en la parte superior, de cintura para arriba. Podríamos poner escote en la espalda, que está muy de moda, pero es que no se va a ver. Ni tampoco hacer una falda importante con miles de volantes de organza cortados al biés con tres metros de cola… Y al diseñar pienso en eso, en el plano que va a tener el vestido.
Antes de que la vistieses, tuvo algunos tropezones con las elecciones de vestido…
Este es un momento en el que aplico la misma filosofía que cuando hago vestidos de bodas: son momentos, en mi opinión, en los que no hay que ser la más moderna del barrio, ni la más atrevida, son momentos para ir guapísima y correcta.
Y si no presento las uvas, ¿qué me pongo para salir en Nochevieja?
Yo soy muy de brilli brilli y Nochevieja es el momento perfecto. Combinar con un vaquerocon camisetas o cazadoras de lentejuelas. que están súper de moda, o una chaqueta con detalles en las hombreras. Un toque cañero, pero hay que ir cómoda para poder moverse, bailar, no es momento de traje largo y taconazo.