El cine en televisión no vive su mejor momento. O al menos no en abierto. Por primera vez en años, ninguna película consiguió colarse dentro de las 50 emisiones más vistas del año y la película con más audiencia del año, Salt, apenas consiguió alcanzar los 4 millones de espectadores (19,1% y 3.729.000 espectadores).
La película más vista de 2016 se estrenó en cines en 2010
Nada que ver con 2015 cuando la emisión simultánea de Ocho apellidos vascos en Telecinco y Cuatro arrasó con un 47,5% de cuota de pantalla y 8.270.000 espectadores. Sin el simulcast, la comedia también obtuvo excelentes datos con un 30,8% y 5.359.000 espectadores.
No fue la única que se coló en el ránking de lo más visto del año. Asimismo, Karate Kid consiguió atrapar el día de Año Nuevo en Antena 3 a 6.031.000 espectadores, un 34,5% de cuota de pantalla. Ya fuera del ránking, Parker congregó a 4.074.000 espectadores y un 22%.
En 2014 nuevamente una película de Telecinco Cinema se convertía en lo más visto del año: Lo imposible, con un 34,8% de cuota de pantalla y 6.117.000 espectadores; mientras que en 2013 Avatar arrasaba con un 32,1% y 6.059.000 espectadores.
Para encontrar un dato tan flojo como el de 2016 tendríamos que remontarnos a 2012 cuando Amanecer. Parte 1 anotó un 22,8% y 4.546.000 espectadores en su estreno en Antena 3. Un año antes, en 2011, El Intercambio fue la cinta más vista del año con un 26,0% y 4.835.000 espectadores.
Streaming y TV de pago
Pero, ¿a qué se debe esta bajada de audiencia? Por un parte, las grandes películas que se han estrenado en 2016 fueron estrenadas en cine en 2014, un año en el que sólo Transformers: La era de la extinción superó los 1.000 millones de dólares a nivel mundial.
Nada que ver con los blockbusters de 2015 y que llegarán a la televisión en abierto en 2017. Entonces, hasta cinco películas consiguieron superar los 1.000 millones de dólares a nivel mundial: Los Minions, Los Vengadores: La era de Ultrón, Fast & Furious 7 y Star Wars: El despertar de la fuerza, que incluso alcanzó los 2.000 millones de dólares.
Por otra parte no podemos olvidar que los hábitos de consumo están cambiado. El espectador decide cómo, cuándo y dónde quiere ver la televisión. Ya no está dispuesto a soportar ver una película con decenas de cortes publicitarios.
He aquí donde entran la televisión por cable y las plataformas de streaming. La primera ya alcanza los 6 millones de abonados y uno de sus principales reclamos son precisamente los grandes estrenos de cine. Esto hace que sus clientes puedan disfrutar de estas cintas antes de su emisión en abierto, sin publicidad y, si lo desean, a la carta.
Lo mismo ocurre con las nuevas plataformas de streaming como Netflix o HBO, que han aterrizado en nuestro país con una importante oferta de cine que, al igual que sucede con la televisión de pago, permite disfrutar de las mejores películas sin cortes publicitarios.