Quiero ser tiene difícil su renovación por una tercera temporada en Divinity tras su final programada para el próximo 13 de enero. El talent show de Mandarina Producciones ha empeorado tanto sus datos que incluso ha llegado a lastrar las audiencias de Divinity hasta el punto de haber perdido el liderazgo en noviembre y diciembre frente a Nova.
Según un informe de la consultora Dos30’ en base a datos de Kantar Media, Quiero ser promedió en su primera temporada un 1,7% de cuota de pantalla y 173.000 espectadores, mientras que en la segunda ha mejorado en espectadores, pero ha empeorado en cuota: 1,3% y 183.000 espectadores.
Quiero ser ha perdido 7 décimas en mujeres y 5 en el público de 13 a 24 años
El talent show se encuentra por tanto ocho décimas por debajo de la media del canal, que cerró diciembre con un 2,1%, y muy por debajo del otro programa de producción propia de la cadena, Cazamariposas, que todos los días roza el 3% y supera los 400.000 espectadores de media.
De hecho, el programa presentado por Nuria Martin y Nando Escribano es uno de los grandes perjudicados por el talent show ya que tiene que levantar los datos que le deja su predecesor.
El gran problema de Quiero ser, no obstante, se encuentra en sus targets objetivos: mujeres y público de 13 a 24 años. En el primero, el talent show anotó durante su primera temporada un 2,5%, mientras que en la segunda temporada ha perdido 7 décimas hasta un 1,8%.
En lo que se refiere al público de entre 13 y 24 años, en la primera temporada Quiero ser promedió un 3%, mientras que en la segunda ha bajado hasta un 2,5%. Lo mismo ocurre en el target comercial en el que ha pasado de un 2,2% a un 1,9%.
Estos datos han hecho además que el seguimiento de la web de Telecinco sea mucho menor. Y es que, mientras que durante la primera temporada el programa gozó de una gran seguimiento en la web, durante esta temporada el número de noticias sobre el programa es mucho menor.
Carbonero le da la espalda
La segunda temporada de Quiero ser comenzaba con un importante novedad: la baja de Sara Carbonero. La presentadora madrileña desaparecía del talent para reducir costes de producción y por su limitado papel en la primera entrega del espacio.
"Ni Quiero ser me ha dicho que 'no' ni lo he dicho yo. Ha sido una especie de consenso. Hemos pensado que era lo mejor para el programa y para mí porque yo no iba a estar al cien por cien implicada o lo que a mí me gustaría. Era imposible. Viviendo en otro país es imposible", afirmaba Sara Carbonero.
Todo eran buenas palabras.Sin embargo, pese a la emotiva despedida que Carbonero dio al espacio que presentó durante este verano en el access prime time de Telecinco y Divinity, la madrileña ha dado la espalda al programa en sus redes sociales, dejando de seguir al espacio y a alguno de sus responsables en Instagram.