The Crown y Atlanta, dos series novatas que competían contra reconocidas producciones con varias temporadas en su haber, lograron los galardones principales de televisión en la 74 edición de los Globos de Oro que se celebraron hoy en Los Ángeles. Ambas empataron junto a The People vs. OJ Simpson con dos galardones en las principales categorías. Por encima quedó El infiltrado, de BBC y AMC, con tres estatuillas en su poder.
La elegante serie sobre la monarquía británica The Crown, una producción original de Netflix, obtuvo el codiciado premio al mejor show dramático de televisión, una categoría en la que tenía como dura competencia a rivales de la talla de Juego de Tronos, Westworld, Stranger Things y This Is Us. Su protagonista Claire Foy, que da vida a la reina Isabel II, resultó vencedora del Globo de Oro a la mejor actriz de una serie dramática. La intérprete destacó que la reina británica ha tenido un rol crucial durante décadas a escala internacional y apostó, en el mismo sentido, porque las mujeres estén "en el centro del mundo".
Por otro lado, Atlanta, la serie de ABC sobre las aventuras de dos primos que tratan de abrirse camino en el mundo del rap, ganó la estatuilla a la mejor producción televisiva de comedia o musical, un apartado en el que derrotó a Black-ish, Mozart in the Jungle, Transparent y Veep. Donald Glover, el creador y rostro más conocido de Atlanta, recibió el premio al mejor actor de una serie de comedia al que también aspiraba el mexicano Gael García Bernal, que de esta manera no pudo repetir el triunfo del pasado año por su actuación en Mozart in the Jungle.
El premio a la mejor actriz cómica fue a parar a Tracee Ellis Ross, hija de la cantante Diana Ross y una de las intérpretes de Black-ish, que derrotó, entre otras nominadas, a la artista de origen latino Gina Rodríguez (Jane The Virgin).
Los Globos de Oro aplaudieron el talento emergente de los actores negros, con muestras tan notables como Atlanta y Black-ish, pero también se inclinaron ante intérpretes totalmente contrastados y muy conocidos por el público.
Así, Billy Bob Thornton consiguió el Globo de Oro al mejor actor de una serie dramática por Goliath, mientras que los británicos Tom Hiddleston y Hugh Laurie, ambos por El infiltrado, ganaron los galardones al mejor actor y mejor secundario de una miniserie, respectivamente. Hiddleston dio un discurso centrado en su experiencia humanitaria en Sudán del Sur, mientras que Laurie fue uno de los artistas más críticos hoy con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Laurie dijo que estos quizá serían los últimos Globos de Oro no por ser "pesimista" sino porque la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que organiza los premios, contiene en su nombre las palabras "Hollywood", "prensa" y "extranjero", una irónica alusión del actor a los polémicos mensajes de Trump.
El infiltrado, la producción de espionaje basada en una novela de John Le Carré, también se llevó a casa el Globo de Oro a la mejor actriz de reparto por el trabajo de Olivia Colman, pero aunque logró tres galardones (la serie más premiada de la noche) no ganó la estatuilla para la mejor miniserie o serie limitada, que fue para la aclamada The People vs. OJ Simposon. La serie se presentó esta noche como la gran favorita, con cinco candidaturas, pero finalmente sólo triunfó en dos apartados: mejor miniserie y mejor actriz de miniserie por la labor de Sarah Paulson.
Paulson subrayó la "integridad" de la fiscal Marcia Clark, a la que interpreta en la ficción, mientras que la productora de la ficción, Nina Jacobson, destacó sobre el escenario que aquel juicio convirtió una tragedia en "entretenimiento" y aseguró que la justicia estadounidense es "de todo menos ciega" cuando la raza o el género están presentes en un caso. "Mientras trabajábamos en este show, no teníamos ni idea de cómo de dolorosamente relevantes serían esos temas en 2016", concluyó
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