Sólo hay que acudir a Google o a la hemeroteca de cualquier medio para descubrir que cualquier cosa que diga o haga, Cristina Pedroche siempre será noticia. Sin embargo, cualquiera que haya tenido la oportunidad de conocerla alguna que otra vez en las distancias cortas, sabe perfectamente que la fama no le ha cambiado.
La presentadora sigue siendo aquella joven de Vallecas que, con mucha ilusión y ganas de aprender, consiguió proclamarse ganadora del casting para sustituir como reportera a Pilar Rubio en Sé lo que hicisteis. Hoy, siete años después, Pedroche se enfrenta con las mismas ganas e ilusión a un nuevo reto: su primer gran show en plató.
¿Qué supone para ti Tú sí que sí?
Supone un paso más en mi carrera, para seguir aprendiendo. Me sigo muy afortunada de participar en este programa. Y ahora a esperar solo a que a la gente le guste, que vaya bien y que renovemos y que haya Tu si que si elevado al infinito.
Hace un año se habló de que Mediaset te había tanteado. ¿Fue Tú sí que sí uno de los programas que te ofertaron para quedarte en tu casa Atresmedia?
No. Tú lo has dicho: tu casa es tu casa. Está claro que otras cadenas te llaman, te preguntan. Es lógico. Y si no lo hicieran, me asustaría. Pero nunca he pensado en irme de Atresmedia. Aquí empecé con Sé lo que hicisteis y no puedo ser más feliz. Espero estar aquí muchos años.
Está claro que otras cadenas te llaman, te preguntan. Es lógico. Y si no lo hicieran, me asustaría.
¿Qué va a aportar Tú sí que sí a la televisión teniendo en cuenta que Telecinco también emite Got Talent?
Durante la historia de la televisión ha habido muchos programas de talento. Nosotros aportaremos frescura, naturalidad, espontaneidad. Todo lo que yo intento para mi, lo he puesto en el programa. En las Campanadas estás más correcta. Pero yo no soy así. Yo no soy una presentadora correcta y al uso. Me gusta que se note que estoy, en mis estilismos o lo que sea. Tú sí que sí es una hora de diversión y habrá un estilismo acorde al programa. También se me criticara.
¿Has tenido miedo al enfrentarte a esta nueva aventura?
No. A mi no me da miedo nada. Si me equivoco, pido perdón. Tener miedo te lleva a errores. Si dices que algo sale mal, sale mal. Si dices que te vas a comer la cámara o el plató, al final lo haces. Yo lo único que pedí es que me dijeran que fuera yo, que si quería contar un chiste, lo contara. Y como soy la presentadora, ¿quién me iba a decir que no?
¿Te lo has pasado bien?
Se va a notar. Va a llegar. Y a la gente le va a gustar este formato.
Cuándo empezaste en la televisión, ¿pensaste en que llegarías a protagonizar tantos titulares?
Protagonizar titulares, no. Cuando llegué y vi cómo era la cosa, sé que no era la mejor y dije que quería ser la mejor. Me estudiaba todos los actores, políticos, cantantes o artistas para que no me pillaran en los reportajes. Siempre he sido una chica muy trabajadora y he querido siempre ser la mejor en todo. Cuando estaba en el colegio, quería ser la mejor en todo.
¿En qué has cambiado desde entonces?
Las personas maduran. Pero la ilusión y las ganas de aprender no se van. Por lo menos no todavía, que tengo 28 años. Quiero seguir disfrutando de mi profesión.
No me muero por salir en televisión ni salir en los titulares. Sí me esfuerzo en ser la mejor
Eres de esas pocas famosas a las que no se le ha subido la fama a la cabeza…
Nunca he buscado la fama. Para mi la fama está bien y es parte de mi profesión, pero soy una persona normal, que viene de una familia normal y no pido nada más. Yo de pequeña no quería salir en televisión ni nada. Veía Física o Química y decía qué molaría ver cómo era aquello. Pero yo estudié dirección de empresas y turismo porque me gustaba viajar, la economía, la política, la historia, la intrahistoria de las empresas y me veía fundando una empresa. Cuando entré en SLQH estaba en tercero de las dos carreras y decidí acabarlas porque nunca se sabe que va a pasar. No me muero por salir en televisión ni salir en los titulares. Sí me esfuerzo en ser la mejor. Quiero ser la mejor presentadora, la que más guste. Si dentro de diez años soy panadera, querré que mi pan sea el mejor. La vida da muchas vueltas. Si mañana estoy en otro sitio, estaré feliz.
¿Eres muy crítica contigo mismo?
Mucho. Nadie es tan crítica como yo. Todo el mundo lo ve bien y yo me digo: lo he hecho mal, lo he explicado mal. Me critico mucho a mí misma. Por eso las críticas hacia algo tan banal como un vestido, me dan igual. ¿Lo hice bien o no lo hice bien? Pues sí, lo hice muy bien. Y cada día lo quiero hacer mejor.
¿Has dejado alguna vez de ser tu misma por el miedo a las críticas?
¿Cómo controlas eso? Es algo maravilloso. Si fuera un rasgo malo, lo cambiaría. Ser natural es lo mejor de la vida. Lógicamente ser natural, espontáneo y rápido en la vida te lleva a cometer errores. Hay errores que están justificados y otros no. ¿Cuál es el problema? Se pide perdón y ya está. Si me equivoco, lo siento. Hay entrevistas que se sacan cosas de contexto y lo vuelvo a explicar. Lo que pasa es que luego no llega a la misma gente.
Hay errores que están justificados y otros no. ¿Cuál es el problema? Se pide perdón y ya está.
¿Te has arrepentido alguna vez de algo que has dicho o hecho?
Muchas veces y he pedido perdón porque no se han entendido bien las cosas. No tengo ningún problema. En la vida te vas a caer muchas veces. Lo importante es lo rápido que te levantes. Si digo algo que se saca de contexto y la gente se ofende, pido perdón. Y me volverá a pasar porque no sé callarme.
No tienes la sensación de que estamos volviendo para atrás con la libertad de expresión. La gente se molesta muy rápido…
Hay que tomarse las cosas con humor. La vida es muy corta. Y yo no quiero estar amargada. Yo no me enfado con nadie. Pero si alguien me hace malo, no vuelvo hablarle. Hay que vivir al máximo y tener cerca a la gente que te aporta. Los que no, se apartan.
Quizá muchos no saben que, además de la televisión, cada fin de semana te vas a Londres a ayudar en el restaurante de tu marido donde te llaman cariñosamente “la jefa”...
Claro. Es que es mío también. Todo es conjunto. Volvemos a lo de siempre. Si David dice que soy la jefa, qué bonito que está enamorado. Pero si yo digo que David es el jefe de mi programa, ¿qué dirían? Qué machista, qué dependiente, qué pobrecita. Estoy cansada de esas cosas. Somos uno, somos un matrimonio. Compartimos todo, las inseguridades, los miedos, las ganas de comernos el mundo. He encontrado mi otra mitad. No necesito nada más.