“No vuelve Viajando con Chester. Llega Chester in love”, explica Cuatro en el dossier de prensa del programa de Risto Mejide. “No se trata de una versión actualizada o una fórmula mejorada de Viajando con Chester. Es, sencillamente, algo diferente con sus mismos protagonistas. Con novedades sustanciales respecto a su predecesor que lo convierten en un programa nuevo que, eso sí, bebe de esas fuentes originales”.
Y así es. Chester in love no es Viajando con Chester. Aquel formato, ya revisitado en Al rincón de pensar dio síntomas de desgaste en su última temporada en Antena 3. Necesitaba un giro de tuerca, novedades, sorpresas. Y una vez visto el resultado, se ha conseguido.
En el nuevo programa no vamos a encontrarnos aquellas preguntas que esperamos que se le hagan al entrevistado. Ahora es una temática la que guía la conversación entre Mejide y su entrevistado. Y he ahí donde se encuentra uno de los atractivos de la vuelta de tuerca del formato.
No vamos a escuchar a Cristina Cifuentes hablar de política, ni a Belén Esteban sobre sus problemas con Toño Sanchís, o a Nacho Vidal simplemente del porno. O no, al menos, en los términos habituales. Es una gran oportunidad para conocer otras visiones del entrevistado sobre el amor, el sexo, Dios o la fama.
¿Qué sabe del amor el mayor actor porno del mundo, Nacho Vidal? ¿Y una monja sobre el sexo? ¿Qué tiene que decir Belén Esteban sobre la presión de ser la mujer más famosa de España? ¿Qué es para Esperanza Aguirre la mala educación? ¿Y Cristina Cifuentes sobre las infidelidades?
A ello ayudal, sin ninguna duda, la inclusión de una serie de estímulos exteriores en forma de vídeo o de exposiciones de expertos, abre aún más el debate sobre el tema que se trata e incluso llega a poner en un serio apuro al entrevistado. ¿Se imaginan a un predicador diciéndole a Nacho Vidal que el sexo es pecado?
Y así, por ejemplo, en el primer programa veremos como a Cristina Cifuentes le toca sincerarse sobre lo que piensa sobre el amor, o cómo se ruboriza cuando después de llorar viendo imágenes de El príncipe de las mareas, una de sus películas favortias, Mejide le pregunta si alguna vez tuvo un amor clandestino y a la política le cuesta salir del entuerto.
El gran problema del programa sigue siendo su duración. Además, el hecho de que ahora sean tres los entrevistados en vez de dos, crea precisamente la sensación de esa extensa duración. Pero ya sabemos la obsesión de las cadenas por rellenar sus prime time.