El pasado lunes, 23 de enero, el sitio web de Telecinco jugó con la posibilidad de que la cadena levantara el veto que Mediaset España mantiene a Aída Nízar desde el año 2013 vía una encuesta web.
"¿Ha llegado el momento de que Aída Nizar vuelva a la televisión?", preguntaba inocentemente la página web oficial de la cadena principal del grupo con sede en Fuencarral. La respuesta de los espectadores de Telecinco ha debido ser un rotundo "sí" porque la exconcursante de Gran Hermano 5 vuelve a la televisión este propio jueves, 26 de enero, durante la cuarta gala de GH VIP 5.
Una vez más, Aída Nízar pasará de ser un personaje desterrado y repudiado por grupo Mediaset España a un necesario revulsivo rescatado con el único objetivo de "fabricar" broncas en un apagado reality show que marca en su vigente temporada los peores datos de audiencia de su historia.
Los continuos destierros de "la elegida de Dios" de la TV
Tras concursar en Gran Hermano 5, Aída Nízar se convirtió pronto en una de las tertulianas más polémicas de Crónicas marcianas y A tu lado. Su contacto con las altas esferas de la sociedad española y su deslenguado caracter le permitieron a la estudiante de derecho labrarse un futuro en televisión durante años pese a que sus colaboraciones en este medio no tuvieran demasiada continuación en el tiempo debido a su polémico carácter.
En 2004, la autodenominada "elegida de Dios" fue despedida de manera fulminante del programa presentado por Xavier Sardà y desterrada de Telecinco tras sentenciar a un joven en silla de ruedas con la frase "Dios da a cada uno lo que se merece".
No fue hasta 2010 cuando la vallisoletana pudo regresar a la televisión convirtiéndose en una pieza clave de programas como Enemigos íntimos y para volver a coquetear con la telerrealidad de la cadena principal de Mediaset España.
En 2011, Aída se convirtió en concursante de la edición más vista y polémica de Supervivientes, dando muchísimos dolores de cabeza a la productora del espacio, al presentador de mismo y, por supuesto, a Telecinco.
Tras hacer implosionar los audímetros tras su paso por el reality show producido por aquel entonces por Magnolia TV, Telecinco decidió premiar a Nízar con una sección en Sálvame titulada Sálvese quien pueda. En esta, la exconcursante de GH actuaba de reportera intrépida y jugaba a ser toda una periodista de raza defendiendo alguna que otra causa social.
En 2013, esta colaboración llegó a su fin después de que el grupo Mediaset España decidiera prescindir de Aída Nízar por su "lamentable actuación" en la presentación de un disco en la que estaba presente el embajador de México en España.
Nizar la tomó con Francisco Javier Ramírez Acuña, que presidía el acto, y a quien interpeló en repetidas ocasiones y de manera obstinada. Esto llevó a Telecinco a prescindir de su colaboradora y a despedirla fulminantemente.
De esta manera, Mediaset España anunciaba la cancelación de "cualquier tipo de colaboración" con la vallisoletana, que decidió, tras su paso por Supervivientes 2011, demandar a la cadena y a Jorge Javier Vázquez por presunta vulneración del honor en venganza de este despido.
Los intentos de acuerdo por parte de Telecinco
Tras su despido, la cadena principal del grupo Mediaset España intentó que Aída reconsiderara retirar la demanda por la que exigía a Telecinco una indemnización de más de 2 millones de euros abriéndole de nuevo las puertas de la cadena y tentando a esta con una participación en una sus series de ficción.
Aída dijo "no" a participar en Aída, el conocido spin-off de la serie 7 vidas, y siguió adelante con su particular cruzada contra Telecinco tras haber sido despedida de manera repentina y tras ser desterrada de la pequeña pantalla.
Tal y como aseguraba por aquel entonces el entorno cercano a la exreportera, Nízar deseaba regresar a su puesto de trabajo al frente de la sección Sálvese quien pueda, algo a lo que se opone la dirección del mismo y su presentador.
Años después, parece que Telecinco ha logrado llegar a algún tipo de acuerdo con la "elegida de Dios". Así lo confirma su próxima llegada a la casa de Guadalix de la Sierra que se sumará, sin lugar a dudas, al curriculum de polémicas de la vallisoletana.