La guerra entre los exconcursantes de Gran Hermano 17 y sus fans parece dispuesta a seguir incluso más de un mes después de que el reality show de Telecinco cerrara el telón.

Ahora, tras semanas de continuas diferencias en la casa de Guadalix de la Sierra, Adara y Miguel siguen enfrentados pese a no verse las caras. ¿El motivo? Unas llamadas telefónicas que no han sentado muy bien al modelo.

Este ha insinuado que su excompañera de encierro voluntario es la responsable de una serie de bromas telefónicas, realizadas con número oculto, consistentes en gemidos fingidos.

¿Su prueba? El modelo ha grabado una de estas llamadas y ha "pillado" a Adara reírse y hablar durante la conversación. ¿Será todo un montaje del modelo o de alguien que quiera perjudicar a la exazafata?

Por lo pronto, Vilas ya ha afirmado que si este tipo de bromas pesadas siguen desarrollándose tomará "medidas".