Como el resto de sus compañeros, Miguel Vilas, exconcursante de Gran Hermano 17, ha rentabilizado su paso por el reality show de Telecinco a base de bolos por varias de las salas de fiestas y discotecas más importantes del país.
Tal es así que, gracias al dinero ganado tras su participación en el espacio de Telecinco, ha podido someterse a varias operaciones de cirugía estética para tratar de crear "la mejor versión de sí mismo".
El gallego, adicto confeso a los retoques y al bisturí, ha moldeado su cara y sus pómulos a su antojo y ha tirado de extensiones para presumir de una larga melena al más puro estilo Mario Vaquerizo.
"Feliz de conseguir labrar la mejor versión de mi mismo", ha compartido Vilas en una de sus redes sociales al compartir su cambio radical de imagen. "Si no arriesgas no ganas. Sigo siendo el ganador de mi vida", ha relatado el exconcursante del espacio de Zeppelin TV que ha decidido renunciar a la vida cómoda que intentó adoptar en el reality y ha rechazado el mensaje de autoaceptación que intentó lanzar a la audiencia de Telecinco.