“Cómo tocar a una mujer”. Les invito a que tecleen estas palabras en YouTube. No se asombren: existen tutoriales que les enseñan cómo y cuando deben sobar a las mujeres y algunos de ellos tienen más de 15 millones de vistas. Un submundo que para muy pocos existe pero que está ahí. De este tipo de contenido de alcantarilla de la red nació en la cabeza de Celia de Molina una idea para crear El Antivlog.
Es el anti tutorial creado por una anti influencer en toda regla. Parece que ya nadie es alguien si no cuenta con miles de seguidores en cualquier red social. Internet ha creado una realidad paralela en la que existen millones de universos perfectos donde no existen los dramas. El denominado postureo ha evolucionado para crear este antipostureo, una dura crítica a un universo inalcanzable.
“A mí me gusta comer lentejas”, dice para empezar Celia de Molina al otro lado del teléfono. Hablamos con ella para que nos cuente cómo nació esta rocambolesca idea que este miércoles puso punto (esperemos que no final) a su primera temporada en Flooxer, la plataforma de nuevos creadores de Atresmedia.
“Yo tenía una necesidad. Tenía ganas de gritar ante una sociedad que impone cómo tenemos que ser. En el caso de las mujeres ya se trata de una realidad dictatorial”, señala la actriz. “Parece que se ha creado una máquina que pretende que todos seamos iguales”. Este grito de guerra se ha convertido en una ficción rodada a modo de tutorial que ironiza sobre todo lo que nos enseña internet.
Las blogueras han creado mundos perfectos en internet, burbujas de placer que la antivlogera Celia de Molina se ha encargado de pinchar como gran acierto. “El humor es la herramienta que siempre he usado para defenderme. Como actriz es donde me siento cómoda. Y esta serie pretende narrar esta continua insatisfacción que sentimos a partir de ese universo de blogueras que ha pegado con tanta fuerza. Parece que siempre necesitamos algo que está fuera de ti”, declara la actriz.
¿La antiserie?
Mucho se ha hablado durante los últimos meses de Paquita Salas. La serie de Flooxer creada por Javier Ambrossi y Javier Calvo, demostró con creces que los tiempos de la ficción han cambiado. Premiados incluso por encima de la ficción tradicional de la pequeña pantalla, sentenciaron a los viejos tiempos de la televisión. Pero entre tanto poderío de la señora Paquita se esconde un fabuloso submundo de crítica ácida en forma de comedia llamado El Antivlog.
“Estamos en un época de corrección política muy extrema que es asfixiante y que invita muy poco al crecimiento”, explica el director Javi Giner a BLUPER. “Por mucha corrección política que haya, hay que denunciar cierto tipo de cosas. Celia se puede poner a explicar cómo violar a un hombre en la serie, pero es que esas cosas existen en internet”. “Es bastante escalofriante pensar en la situación del humor. El humor no tiene que tener límites”, acentúa De Molina.
El primer vídeo se subió a YouTube a finales de agosto del pasado año. Unas semanas después ya se estaba anunciando que esta producción se unía al elenco de producciones de Flooxer, la plataforma de nuevos creadores de Atresmedia. “La única condición que le pusimos a Flooxer es que nos dejaran absoluta libertad”, declara Giner.
A partir de ahí, Celia de Molina ha enseñado a los espectadores a llevar una vida sana y equilibrada, ha grabado sus ejercicios favoritos, sus trucos de belleza, cómo celebrar la Navidad perfecta, ha cocinado lentejas y se ha ido de boda. No se ha olvidado de que es un programa de denuncia y por eso ha intentado ayudar a las mujeres con el pelo rizado o a las actrices de 40 años.
“El Antivlog es un arma arrojadiza”, define el director. “Siempre juega con el humor ácido y sarcástico. Es una herramienta para reírse de uno mismo sin olvidar de que estamos haciendo entretenimiento. Lo que más nos preocupaba es que no queríamos hacer un humor estéril, vacío, sino que se sostuviese sobre un mensaje”.
La evolución de la ficción
Los canales de comunicación han cambiado. Es algo que los treintañeros puede que no logren entender. Y, sin embargo, existe un público que no enciende la televisión ni consume ficción tradicional. La televisión ya no reúne a las familias en el salón. Y es que YouTube se ha convertido en un digno adversario de los más jóvenes de la casa.
“Nunca en la vida me había imaginado ser youtuber”, confiesa De Molina. “Pero es que Youtube me permitió hacer lo que quería. Era el único sitio en el que yo podía volver el contenido que quisiese sin dar explicaciones. Sólo necesitaba una cámara, un micro y a mí”. Cada episodio de El Antivlog se rodaba en una misma tarde y era ella la que estaba encima del montaje final del capítulo.
“Las cosas han cambiado muy deprisa”, cuenta Giner. “Vivimos tiempos bastante inciertos. Pero también son tiempos motivadores. Todo cambia a un ritmo vertiginoso. Los canales se han multiplicado y viene una generación por detrás que nada tiene que ver con la nuestra. Lo que antes cambiaba en años ahora cambia cada seis meses. ¿Quién dice que dentro de cinco años no estemos haciendo ficción por Facebook Live?”, se pregunta el director.
Bayona, el petardazo final
Mucho se bromeó sobre J.J. Bayona en El Antivlog. Su aparición en el episodio final de la temporada final ha sido algo así como el campo de George Takei en The Big Bang Theory. La idea, sin embargo, surgió del propio director de cine.
“Me escribió un privado por Twitter antes de los Goya y me dijo que había que grabar algo. Yo estaba impresionada. Yo no tenía ninguna relación con él pero es que era muy fan”, dice Celia de Molina todavía emocionada por la visita que recibió.
“Venía el sábado de los Goya. Empezaba a hacer entrevistas a las 11 de la mañana. Yo creía que iba a ser imposible. Y me dijo que se venía con nosotros a las 8 de la mañana para grabar. Y ahí estaba yo con Bayona grabando de 8 a 11 de la mañana. Alucinante”, describe la actriz.
“Unas horas después estaba viendo la gala de los Goya y ahí estaba él recogiendo premios. Dijo que había que apoyar a la cultura. Yo estaba llorando. Y es que lo que la gente no sabe es que unas horas antes había venido a una casa a apoyar El Antivlog”. El proyecto de una loca. Eso dice ella.