Mientras Gran Hermano no ha pasado por su mejor momento de audiencia en las dos últimas ediciones, Supervivientes es un verdadero filón para Telecinco. La mayoría de la prensa y la expectación se la lleva Gran Hermano, un reality que, al ser el primero que se estrenó en España, tiene una masa de fans ensordecedora a sus espaldas. Sin embargo, Supervivientes es el que se lleva los récords. 

El propio Jorge Javier Vázquez llegó a decir cuando se puso al frente de Gran Hermano que presentar ese formato siempre había sido su sueño. Lo contó a pesar de ya tener un gran formato como Supervivientes entre manos, el que debería ser su verdadero orgullo como presentador por los datos que le preceden. 

Mientras GH VIP mantuvo en esta última edición un 18,2% de cuota de pantalla, esta edición de Supervivientes mantiene en la noche de los jueves una media de un 24,5% de cuota. Una diferencia abismal entre ambos formatos de convivencia que hace del reality isleño el formato más potente de la programación de Telecinco en estos momentos. 

GH VIP se esfuerza por innovar cada año en sus normas. Nuevos componentes que hagan de cada año algo único de cara a los espectadores. Y es que ya son 17 ediciones de la versión anónima y cinco ediciones VIP que obligan a la cadena a seguir llamando la atención. Aunque parezca que Supervivientes está muy detrás de Gran Hermano, ya lleva 16 ediciones a sus espaldas con esta que se emite ahora, cuatro en Antena 3 y 12 en Telecinco. 

Y Supervientes no es un programa que se esfuerce mucho en buscar nuevos sistemas de nominaciones o eliminación para hacer algo más llamativa la edición. La única gran novedad de este año es el haber creado la figura del zombi, el eliminado por parte de la audienica que vive apartado del grupo principal. Además este año participan algunas parejas en el programa. Más allá de eso, Supervivientes sigue siendo el mismo de siempre. 

¿Por qué las audiencias responden tan bien? No es que las galas de los jueves consigan captar al pública de forma individual. Telecinco ha encontrado un gran filón con las galas satélite que se emiten en la noche de los martes y de los domingos, alcanzando el liderazgo contra grandes promesas de la competencia como MasterChef o La casa de papel

La fase previa al estreno

Uno de los grandes secretos de Supervivientes casi ni lo aprecian los espectadores. Y es que su mayor gancho se encuentra en la fase previa a que se inicie el verdadero reality. Antes de arrancar la competición, los concursantes conviven algunos días en un hotel en Honduras. Esta estancia ya ha sido grabada por el equipo, pero no emitida de forma íntegra. Es en esta convivecia cuando ya se producen los primeros roces.

Mientras Gran Hermano arranca desde cero en la primera gala del programa, sirviendo la casa como lugar de encuentro para los concursantes, Supervivientes ya tiene una fase previa de reconocimiento. Los primeros días en la casa de Gran Hermano suelen ser de buen rollo, de fiesta y de acercamientos. Una fase que pocas veces ofrece contenido en las primeras galas. Esta estancia previa en Supervivientes permite que el mal rollo esté instalado desde el estreno, lo que engancha a la audiencia desde el principio.

No existe un 24 horas de 'Supervientes'

Los verdaderos seguidores de Gran Hermano siguen lo que sucede dentro de la casa a través del Canal 24 Horas que ofrece Telecinco de forma gratuita. De esta forma, todo lo que pasa dentro del reality ha sido ya machacado y emitido a través de redes sociales de forma instantánea. El espectador no necesita esperar a la gala para saber lo que ha pasado. 

Con Supervivientes, sin embargo, el espectador que quiera saber lo que ha ocurrido en Honduras tiene que ver la gala sí o sí. Telecinco emite el contenido que quiere y como quiere. Nadie se le puede adelantar. La cadena es dueña del 100% de los contenidos, lo que obliga a la audiencia a ponerse delante del televisor si quieren seguir las tramas. 

Un realty más agresivo

En la actual edición de Supervivientes ya se han emitido empujones, agarrones, insultos y pequeñas agresiones. Algo que en Gran Hermano jamás estaría permitido. 

En el reality de Guadalix de la Sierra se han expulsado a muchos concursantes por sus malas formas dentro de la casa, incluso aunque no haya habido violencia física de por medio. En Supervivientes son algo más permisivos dado el grado de estrés que tienen los concursantes por las condiciones climatológicas que sufren y lo poco que comen. 

A la vez, esto permite generar un contenido mucho más potente de cara a la emisión, lo que hace de Supervivientes un formato mucho más potente que Gran hermano en estos momentos televisivos. Y es que poco a poco este programa de televisión que siempre se mantuvo a la sombra del de Mercedes Milá se ha convertido en la verdadera joya de la cadena.