El Festival de Eurovisión sigue siendo un negocio rentable. El primer balance de la última edición celebrada en Kiev (Ucrania) a mediados de mayo ha arrojado un beneficio de 5 millones de euros, según publica el portal Eurovision-Spain.
Las autoridades ucranianas y asociaciones hoteleras han revelado que los 60.000 visitantes, 20.000 de ellos extranjeros y 40.000 nacionales, que pasaron la semana eurovisiva en la capital del país han reportado a la ciudad más de 35 millones de euros. Esto se traduciría en 5 millones ya que la inversión fue de 30 millones.
No obstante, según expertos hoteleros y de hostelería del país, los ingresos de los huéspedes han sido menores de lo esperado ya que se ha optado más por apartamentos en vez de hostales u hoteles y comidas en puestos callejeros en vez de restaurantes.
El beneficio obtenido por Ucrania, sin embargo, es bastante inferior a los conseguidos durante los años anteriores. El pasado año, por ejemplo, Suecia obtuvo 14 millones de beneficio después de generar unos ingresos de 27 millones tras una inversión de 13 millones.
La también sueca Malmö, organizadora del festival 2013, obtuvo un beneficio de siete millones de euros tras invertir 15 millones e ingresar 23, mientras que Copenhague ganó 7 millones tras invertir 44 millones e ingresar 51 millones,.
Por su parte, Viena subió la cifra de beneficios a 17 millones en 2015 tras gastar 21 millones de euros y obtener unos beneficios de 38 millones de euros. Y todo esto sin añadir la proyección publicitaria, que puede alcanzar en todos estos casos un valor superior a los cien millones.