Cuando uno lee la palabra reality, rápidamente se le viene a la cabeza Gran Hermano. Y más si la palabra va seguido de Zeppelin, la productora de dicho formato. Sin embargo, olvídese de todo lo anterior cuando se siente a ver El Puente. Y es que, el nuevo programa de Cero no es, ni mucho menos, un reality al uso. O no al menos a lo que nos tienen acostumbrados las generalistas.

Olvídese de las presentaciones de los concursantes a las que nos hemos acostumbrado, del habitual papel de los presentadores en este tipo de programas, de la narrativa, de la fotografía… En definitiva: olvídese de todo. Cuando Paula Vázquez decía que El Puente es un género nuevo, no miente.

Más que un reality parece que estemos viendo una serie

El Puente da un paso más dentro de los realities ficcionados, sobre todo gracias a su narrativa, introduciendo flashbacks como si de Perdidos se tratara; su realización más propia del cine o de programas como Salvados o su increíble fotografía. De ahí que haya momentos que más que un reality parezca que estemos viendo una serie.

De hecho, los concursantes no son presentados todos en el primer capítulo sino que es algo que se va realizando episodio a episodio según requieran las tramas. De esta forma se dará el caso de habrá concursantes de los que nos conozcamos su vida hasta pasados unos capítulos.

Pero más allá de su narrativa o realización, El Puente regresa a la esencia del reality en el que lo importante es la competición, las estrategias, las alianzas entre los concursantes para conseguir el objetivo de construir entre todos un puente de 300 metros para alcanzar un premio de 100.000 euros.

Además, el hecho de no sepan cuál es exactamente el premio hasta el segundo capítulo es un gran giro de guión para poner aún más a prueba a los participantes y que se generen nuevos conflictos o afinidades. 

Un nuevo tipo de reality que probablemente no sea del gusto de los espectadores habituales de este género, pero que a buen seguro atrapará a un nuevo público y, sobre todo, a los amantes de las mejores ficciones.