RTVE explicaba esta semana en rueda de prensa que la cadena se ha planteado la posibilidad de llevar a un concursante del nuevo Operación Triunfo al Festival de Eurovisión. “Está estudiándose y valorando todas las posibilidades. Una de las opciones es que sí sea el proceso, pero no puedo confirmar nada todavía”, declaraba el director Contenidos, Canales y Programas de TVE, Toni Sevilla
Es decir, que hasta la cadena no vea cuál es el recibimiento del programa en términos de audiencia, no tomará una decisión al respecto. Una estrategia que podría llevarnos a no saber cuál es el proceso por el que se eligirá a nuestro futuro representante hasta noviembre o incluso diciembre.
De esta forma RTVE volvería nuevamente a optar por la improvisación, como viene haciendo durante los últimos con los nefastos resultados que todos ya conocemos. Algo que está completamente alejado de otros países que ya han iniciado sus procesos de cara a la edición de 2018.
Si finalmente el elegido saliera de Operación Triunfo, lo cual no sucedería probablemente hasta febrero, una vez más nos volveríamos a encontrar con un representante que sólo tendría un par de meses para preparar su puesta en escena en Portugal.
Pero, además, la idea de elegir a un cantante por un lado y la canción por otro, puede llevar a una mezcla antinatural y poco sólida como así ocurrió, por ejemplo, con D’Nash en 2007 o con Lucía Pérez en 2011.
También hay que recordar que, aunque Rosa, Beth y Ramón obtuvieron buenos puestos en el certamen, ninguno de ellos empastaba muy bien con la canción que le había tocado defender. De hecho Beth reniega por completo de aquel tema compuesto por el grupo Andermay.
Teniendo en cuenta que la próxima edición se celebrará en nuestra vecina Portugal, donde acudirán miles de españoles, España debe poner toda la carne en el asador para alcanzar mínimo un top five. Algo que no conseguirá si sigue jugando a la improvisación.