Gloria Camila y Kiko están listos para sentencia. La estupenda maniobra de Iván, líder de la semana, ha herido de muerte a la pareja, que deberá enfrentarse a José Luis la próxima semana. Y es evidente que saldrá uno de los dos porque en esta ocasión sus seguidores tienen trabajo doble.
Si ayer Kiko logró salvarse fue porque los fans de Gloria votaron por su salvación al no estar la hija de Ortega Cano nominada. Está claro que esta semana votaran por ella y él quedará desprotegido, por lo que sería conveniente que se fuera despidiendo de la isla porque en estos momentos está más fuera que dentro, ya que los detractores de la pareja, que no son pocos, concentrarán sus votos a favor del cocinero.
Los detractores de la pareja concentrarán sus votos a favor del cocinero
Anoche volvió a demostrarse que Kiko y Gloria necesitan apartarse y requieren del conflicto para sentirse a gusto. No conciben el día a día sin el enfrentamiento y sin las tiranteces. En realidad, no es algo que me extrañe. A lo largo de la historia de la telerrealidad se ha constatado que hay ciertos concursantes que viven de lo tóxico y del ambiente contaminado. Al fin y al cabo, son perfiles necesarios que, a su manera, dan vida al espectáculo.
Gloria y Kiko se han convertido en fundamentales dentro de esta historia. Responden al rol del personaje antipático y gruñón tan necesario en cualquier ficción que se precie. Están cumpliendo con su papel a la perfección, de hecho, debo admitir que me alegré de la salvación de Kiko frente a Edmundo, que va a hacer lo mismo en la casa del árbol que en la isla: nada.
Kiko y Gloria forman un tándem interesante si analizamos el concepto de la trama con objetividad. Diría que se sienten víctimas de las circunstancias y de unos compañeros con los que tienen poco en común. Los dos andan viciados en la pelea por la pelea y en el mal tono en las conversaciones. Si a esto le añadimos que ambos se encuentran nominados, llegamos a la conclusión de que esta semana se van a soltar todavía más si cabe. Lo más curioso del asunto es que ni ellos mismos son capaces de dar una explicación con algo de base cuando son preguntados por su mal estar en el concurso.
Jorge Javier le dio la oportunidad a Gloria de explicar sus diferencias con sus compañeros y la pobre no supo que decir. Su único argumento es que le caen mal. Es una respuesta sencilla pero contundente, aunque pierde todo el valor cuando uno cae en la cuenta de que esta concursante no hace el más mínimo esfuerzo por integrarse en el grupo mayoritario. Ni ella ni su novio muestran empatía alguna con el resto, y cuando tienen oportunidad de limar asperezas la desechan para avivar las brasas del conflicto.
Ni un mínimo de humildad y consideración
Durante la gala, los concursantes fueron conscientes de las verdaderas proporciones de la tarta que Gloria y Kiko se negaron a compartir con ellos. Fue en ese momento cuando la pareja, lejos de mostrar un mínimo de humildad y consideración, pusieron cara de seta como si la historia no fuera con ellos. Me propuse encontrar una sonrisa en el rostro de Gloria, pero esa expresión tan necesaria en una joven de tan corta edad no apareció ni por asomo.
Están pagando un precio por muy alto a cambio de entretener al público.
Como consumidor del género, agradezco que se mantenga el perfil de personaje resentido, básicamente porque sin villano no hay héroe, y para empatizar con uno debes odiar a su contrario. Gloria y Kiko están haciendo muy bien su labor, aunque es muy probable que ellos no sean conscientes de que están pagando un precio por muy alto a cambio de entretener al público.
Los dos afortunados de la noche fueron Iván y Alba, que tuvieron oportunidad de reencontrarse con sus familiares. Fue una auténtica pasada comprobar como Alba no le hace ascos a nada si con ello consigue sus deseos. La modelo no dudó ni por un instante en comerse un ojo de vaca a cambio de abrazar a su prima. Verla temblar de esa manera, en pleno ataque de nervios, me conmovió sobremanera. Es cierto que es bastante parada y que para muchos es una pedorra integral, pero Alba Carrillo ha logrado llegarme al corazón, quizás porque la vi desprotegida y yendo a ciegas desde el principio, y porque lejos de esa imagen frívola que suele dar en los platós de televisión, yo encuentro a una mujer insegura y llena de complejos que está deseando que alguien la quiera de verdad.
Aunque muchos tachen a Alba de desequilibrada, está mostrando una gran madurez
Sobra decir que no es la mejor superviviente, pero seguramente lleve muchos años sobreviviendo a una inestabilidad emocional que la ha llevado a estar donde está, y es por eso que quiero que gane este concurso. Porque nadie daba un duro por ella y porque sigue con opciones cuando llevamos más de la mitad del juego. Porque, aunque muchos la tachen de desequilibrada, está mostrando una madurez que los que la atacan quisieran para ellos. Y porque ha sido juzgada por su relación con su madre donde nadie debería meterse sin antes hacer examen de conciencia, ya que todos tenemos mierda que barrer, pero es más sencillo criticar el polvo ajeno que el propio.
El otro premiado, Iván, está ganando puntos en tiempo récord. De decir exclusivamente tonterías ha pasado a ser uno de los concursantes más sensatos de esta edición. Iván argumenta sin faltar el respeto y no se acobarda ante las situaciones. El hecho de que nominara a Gloria sin despeinarse el coloca en un buen lugar, sin olvidarnos que es uno de los mejores en las pruebas de recompensa y de líder. Iván avanza y Juan Miguel retrocede al no querer pringarse en ninguna disputa. Está muy bien lo de ir de gracioso, pero en una convivencia debes posicionarte, y más si estas en un programa donde solo puede quedar uno.